Horas antes de la escenificación del juicio de Jesús, las gradas de la cancha de Cubitos estaban repletas de personas, quienes aguardaban para ser testigos de la representación número 51 del viacrucis de uno de los barrios más antiguos de la ciudad.
Tras dos años de llevar a cabo representaciones simbólicas, debido a la pandemia por Covid-19, en esta ocasión, el semáforo epidemiológico permitió realizar la representación de la Pasión y Muerte de Jesús de manera tradicional, que reunió a más de 2 mil personas.
El viacrucis de Jesucristo inició al ser presentado ante Poncio Pilato, quien a pesar de lavarse las manos, mandó a crucificar al nazareno. Durante su juicio, Jesucristo, interpretado por Jesús Sánchez Hinojosa, fue tundido a latigazos, juntos con Dimas y Gestas, dos malhechores que más tarde serían crucificados junto con él.
El destino de Jesucristo se encontraba en el cerro de la Cruz, en lo alto del barrio; sin embargo, antes de llegar a ese sitio, los soldados romanos lo martirizaron y humillaron. Los rayos del sol eran intensos y el contingente apenas se podía abrir paso entre la multitud y las decenas de puestos y vendedores ambulantes.
Con el cuerpo lacerado y el cansancio de cargar una pesada cruz de madera en la espalda, Jesús no resistió y cayó tres veces, pero sus verdugos no tenían piedad de él y seguían maltratándolo.
Casi desfalleciendo, el hijo de Dios llegó al sitio donde fue crucificado. Tras ser despojado de sus ropas, fue clavado en la cruz y pronunció sus últimas palabras, “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
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DATOS:
El viacrucis de Cubitos salió de la cancha de la colonia, recorrió las calles Pino Suárez, Veracruz y avenida río Bravo y subió al cerro de la Cruz
Los dos años anteriores la representación fue simbólica y sin acceso a público, debido a la pandemia por Covid-19
Yuvenil Torres I Pachuca
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