Propietarios de giros no esenciales confían que la suspensión de actividades comerciales que dispuso el gobierno de Tulancingo del 27 de julio al 2 de agosto abone a la desaceleración de la curva ascendente de contagios de Covid-19, sin que sea necesario prologar más tiempo el cierre, porque enfrentan un desplome en sus ventas de al menos 70 por ciento.
Rosario Cruz Suárez, quien representa a casi 500 establecimientos, estimó que 95 por ciento de los comerciantes que el 2 de junio retomaron actividades ha cumplido el plan de prevención e higiene que ellos mismos propusieron; sin embargo, el porcentaje restante ha hecho caso omiso y se hicieron acreedores a clausuras, sobre todo por no respetar el horario de cierre y abrir los jueves de tianguis.