La Ley Federal de Protección al Consumidor “es letra muerta” en la Huasteca, aseveró Miguel Hernández Hernández, quien tiene un establecimiento de venta de comida a domicilio en la zona centro de la ciudad, al considerar que a pesar de que reportó dos sitios en donde alteran los precios vía telefónica e internet, no tiene una respuesta.
Recordó que, si antes era “difícil” que sancionaran a alguien cuando estaba la oficina en Huejutla, ahora prácticamente es casi “imposible” porque en el mejor de los casos toman los datos, pero todo lo quieren hacer a “control remoto”, situación por la cual, consideró, algunos comerciantes se aprovechan al saberse inmunes ante una sanción.
Indicó que reportó dos establecimientos que tuvieron un incremento desmedido y que no exhibían los precios: un expendio de huevo y otro de pollo, ambos en 80 pesos la tapa y el kilogramo del producto cárnico. Recapituló que desde hace cuatro años, cuando cerraron las oficinas de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), ya no se han tenido operativos a la vista de la población como anteriormente que acudían inspectores de la dependencia para checar no solo los precios, sino también que las básculas pesaran kilogramos completos y que no estuvieran fraudulentas.
Consideró que prácticamente los consumidores de la región están en la indefensión, porque no hay autoridad que supervise que los precios estén regulados, por lo que este asunto también alcanza a las tiendas de autoservicio que en ocasiones colocan un precio y en caja cobran de más.
Ignoran precio
De acuerdo con la Profeco, el precio del huevo no debería sobrepasar los 60 pesos, pero en algunos sitios la oferta es de 80. En algunos establecimientos no exhiben los costos, ignorando las recomendaciones del precio promedio
Salomón Hernández I Huejutla