La dinámica de violencia al interior de una familia puede llevar a que uno de sus integrantes se suicide y, a su vez, estructurar o desestructurar el núcleo, estimó Víctor Alejandro Payá Porres.

El doctor en Ciencias Sociales dijo lo anterior durante la presentación de su libro El don de la palabra, un estudio socio-antropológico de los mensajes póstumos del suicida, en el Día Internacional de la Prevención del Suicidio, que se celebra cada 10 de septiembre.

En su obra, el especialista en Psicología Social por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), junto con su equipo de trabajo, recolectó y analizó, con teoría antropológica, 700 expedientes de personas que se quitaron la vida, proporcionados por el Servicio Médico Forense (Semefo) de la Ciudad de México.

Se incluyen cartas póstumas y las escenas del crimen, descritas por los peritos, así como testimoniales de los familiares.

“El suicidio es un mensaje a la sociedad, a las instituciones o a la familia. Un mensaje de vaciamiento del sujeto, de problemas económicos, de desempleo, generalmente de carencia y pérdidas, pero esos mensajes adquieren formas mucho más sutiles y específicas”, indicó el investigador.

Agregó que durante el análisis de los expedientes su equipo de trabajo y él encontraron sentimientos recurrentes en las personas que se suicidaron, como venganza, arrebato, fracaso, abandono y dolor; también es factor la vejez.

Giovanny Flores | Pachuca