El alcalde de Ixmiquilpan, Pascual Charrez Pedraza, reconoció que más de 5 mil guardias comunitarios vigilan las 158 comunidades que integran el municipio que gobierna.
El edil, quien llegó al ayuntamiento por el Partido Acción Nacional (PAN), admitió que dicha figura no es legal; no obstante, justificó que los elementos no están armados, además de que es una manera de enfrentar el déficit de policías que registra la región.
El excandidato a diputado federal por el distrito II, postulado por Partido del Trabajo (PT), explicó que, de acuerdo con lineamientos del programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaserg), el municipio debería tener 600 policías, ya que en él habitan 200 mil personas; sin embargo, solo cuentan con 72 uniformados.
Charrez Pedraza indicó que el auge de los guardias comunitarios se intensificó tras los hechos del 5 de enero de 2017, cuando un enfrentamiento entre pobladores y elementos de la Policía Federal dejó como saldo la muerte de dos jóvenes.
Aseguró que en las manifestaciones contra el gasolinazo, en enero del año pasado, se infiltraron grupos delincuenciales que “atizaban el movimiento”, los cuales fueron desarticulados; sin embargo, continuaron operando contra la población. De ahí surgió la idea de defender a los ixmiquilpenses mediante la propia población, dijo.
“No vamos a permitir la entrada de grupos ajenos a nuestro municipio y nos organizamos de esa manera. Hoy, más que nunca, estamos organizados”, agregó, y detalló que para estas tareas se auxilia de los delegados.
Los guardias comunitarios no devengan un sueldo y carecen de armas para realizar su labor, únicamente tienen un radio de comunicación y “quizá un garrote”, añadió el alcalde.
Yuvenil Torres | Pachuca
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