“Somos viejos, pero necesitamos comer”, afirmó doña Flora, una mujer de 68 años de edad, originaria de Pachuca, y a quien la contingencia sanitaria por Covid-19 ha dejado sin ingresos para subsistir, pues perdió su empleo como trabajadora doméstica.

Sus ojos parecen más pequeños de lo habitual, quizá porque al compartir su testimonio escapan algunas lágrimas. Viste un pants gris, mismo que hace juego con su cabellera larga y cana.

Doña Flora hacía quehacer en dos casas hasta antes de la pandemia, pero en ambas le pidieron regresar cuando esta llegue a su fin, por lo que para ella aún es incierto el retorno a su vida laboral.

Expresó que sus hijos tratan de ayudarla con sus gastos; sin embargo, a ellos también les ha afectado la contingencia y no cuentan con ingresos fijos. “Van al día, además tienen sus propias responsabilidades e hijos”.

Considera que para los adultos mayores, como ella, es más difícil encontrar trabajo, incluso para labores sencillas. “Si eres viejo, ya no te quieren ni para lavar trastes, imagínate para entrar a una fábrica”, refiere.

Dijo que en los últimos meses ha vivido momentos de angustia y desesperación por la incertidumbre de cuándo acabará la epidemia y podrá regresar a laborar.

Sin embargo, confía en que la situación habrá de mejorar. “La vida sigue. Si te toca sufrir o gozar, la vida sigue. Primero Dios, esto tiene que mejorar para todos”, decretó.

Flora es una de las mujeres que, junto con otras que habitan en colonias populares de Pachuca y Mineral de la Reforma, solicitan ser incluidas en el padrón de beneficiarios del programa alimentario Hidalgo te Nutre, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso).

Yuvenil Torres

Pachuca

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