Aunque no se cuenta con una cifra negra acerca del delito de abuso sexual de manera general, solamente se denuncia la tercera parte, planteó Rafael Castelán Martínez, director ejecutivo de Seiinac.

El activista destacó que muchas víctimas no se quejan en el momento que ocurre el ilícito, e, incluso, en ocasiones pueden transcurrir varios años antes de que externe o hable del suceso o tenga las herramientas para hacer la querella.

Recordó que, en Hidalgo, el delito de abuso sexual no prescribe; es decir, no se extingue, por lo que la víctima tiene una “ventaja”.

Informó que pueden pasar varios años antes de denunciar hasta que tenga las herramientas para hacerlo.

En ocasiones, describió, hay víctimas que pueden llegar a hablar con activistas acerca del abuso que padecieron, pero no lo señalan penalmente, aunque en los casos en los que son menores de edad es obligación reportarlo, según lo que establece la Ley General de los Derechos Niñas, Niños y Adolescentes para el Estado de Hidalgo.

Por ello, observó, puede ser contraproducente y las infancias pueden correr riesgos, ya que, si su entorno familiar es violento e incluso ahí tuvo lugar el hecho, su situación puede agravarse aún más.

Castelán Martínez advirtió que el abuso sexual es más frecuente en el entorno cercano, que “sigue siendo el primer generador de casos”.

“Pueden pasar varios años antes de que la víctima de abuso sexual tenga las herramientas suficientes para poder denunciar y hasta determinado momento hacerlo y no prescribe el delito, eso, al menos, es bueno”, Rafael Castelán Martínez, director ejecutivo de Servicios de Inclusión Integral y Derechos Humanos.

Yuvenil Torres | Pachuca

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