Al corte del 11 de septiembre, es decir, cuatro días después del desbordamiento del río Tula, la presa Endhó, uno de los principales cuerpos de agua de la región y que se alimenta de aguas residuales del Valle de México, registra nivel de líquido por arriba de su capacidad.

De acuerdo con el monitoreo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a la presa Endhó le caben 182.90 millones de metros cúbicos de agua (hm3); sin embargo, debido a las lluvias de los días recientes, el volumen ya es de 191.86, es decir, 8.93 más.

Asimismo, la presa Requena está por llegar a su máximo nivel, ya que cuenta con una capacidad de 40.98 hm3, y contiene 40.53.

Ayer, el ayuntamiento de Tula alertó a la población sobre lluvias de fuertes a muy fuertes de 50 a 70 milímetros, lo que provocaría acumulamiento de aguas e inundaciones en algunos puntos. Advirtió sobre crecidas de ríos y posibles derrumbes.

El pasado 7 de septiembre, la Conagua informó que las presas del sistema hidrológico de Hidalgo y del Valle de México no han sufrido daño estructural derivado del sismo de ese día o por alguna otra condición, por lo que operan correctamente.

Sin embargo, las abundantes lluvias llenaron completamente esos embalses, que incluso estaban en niveles bajos por la sequía. Una vez que disminuyan los pronósticos de lluvias, se comenzará con su vertimiento, a fin de tener capacidad de controlar los escurrimientos de lo que resta de la temporada de precipitaciones.

Yuvenil Torres I Pachuca

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