Reducir la pobreza y generar condiciones para atraer inversiones son algunos de los retos que enfrentará Julio Menchaca, del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quien asumió como gobernador de Hidalgo el pasado 5 de septiembre.
Otras de las tareas para el nuevo mandatario serán combatir la inseguridad y maximizar las oportunidades de desarrollo que le brinda su posición geográfica.
Con 61.5 por ciento de los votos en la elección del pasado 5 de junio, Menchaca Salazar se convirtió en el primer gobernador de alternancia, en una entidad que durante 93 años estuvo gobernada por el PRI, de ahí que las expectativas sobre su administración son altas.
Etapa de candidato
Como candidato, el morenista realizó una campaña en la que su lema fue, al igual que el presidente Andrés Manuel López Obrador, “primero los pobres”, por lo que se comprometió a reducir la marginación, mejorar la infraestructura, las carreteras y llevar servicios básicos de salud y de educación a todo el estado.
Como parte de la fase de transición, hace 15 días, todavía como mandatario electo, recibió un reporte sobre el estado en que se encontraba la administración de Omar Fayad.
En paralelo, emprendió una campaña para que los ciudadanos reportaran el mal estado de escuelas, clínicas y hospitales.
Otros de sus compromisos fueron mejorar el acceso a los medicamentos, crear condiciones para reducir la migración y combatir el despilfarro y mal uso de los recursos públicos, con el objetivo de que las obras y los beneficios lleguen a comunidades marginadas y apartadas.
De acuerdo con cifras oficiales, cumplir estas promesas será un reto para el morenista, que recibirá un estado que actualmente ocupa el noveno lugar en materia de pobreza en el país, con bajos niveles de competitividad y con crecientes niveles de inseguridad.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) señala que cinco de cada 10 hidalguenses se encuentran en condición de pobreza.
El organismo indica que es justamente el acceso a los servicios de salud la carencia social que más ha aumentado en la entidad, junto con la falta de alimentos nutritivos y de calidad.
Los datos señalan que los hidalguenses que no tuvieron acceso a médicos aumentó de 14.4 por ciento, en 2016, a 26.9 por ciento en 2020, mientras que quienes no pudieron consumir alimentos nutritivos y de calidad creció de 27.7 a 28.5 por ciento.
El consejo informa que si bien el rezago educativo se redujo, esta disminución fue de apenas un punto porcentual en el periodo mencionado, al pasar de 19.9 a 18.9 por ciento.
Pobreza laboral
Los indicadores laborales, uno de los mecanismos más recomendados para combatir la pobreza, también muestran un deterioro en la entidad, en parte como resultado de la pandemia por Covid-19.
Información del Inegi muestra que la informalidad aumentó de 70.7 a 72.9 por ciento entre el primer trimestre de 2021 y el mismo periodo de 2022, por lo que más de 978 mil hidalguenses trabajan en este sector, mientras que solo 363 mil cuentan con un empleo formal.
A lo anterior se suma el hecho de que la mitad del total de trabajadores en la entidad se encuentra en pobreza laboral, porque aún cuando usaran todos sus ingresos, no les alcanzaría para comprar la canasta básica.
La marginación no será el único reto del gobierno de Menchaca. El Índice de Competitividad Estatal elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ubica a Hidalgo en la posición 22 a nivel nacional.
El informe, que mide las capacidades de los estados para generar, atraer y retener talento e inversiones, detalla que, en materia de políticas públicas para el desarrollo económico, el estado se coloca en la posición 22, mientras que en lo referente a capacitación laboral y salarios competitivos ocupa el lugar 26.
En materia de dinamismo, deuda, distribución de ingresos y diversificación de inversiones, Hidalgo se encuentra en la posición 24, lo que representa una caída de cuatro posiciones con respecto al año anterior, en tanto que su capacidad para aprovechar su ubicación geográfica privilegiada y detonar el crecimiento lo posiciona en el lugar 30, solo por arriba de Chiapas y Yucatán.
El estado tampoco ofrece las mejores condiciones en materia de seguridad jurídica para atraer inversiones y muestra de ello es el gasoducto Tuxpan-Tula, cuya construcción ha estado detenida desde 2018 debido a conflictos sociales.
En este tema, el Índice de Competitividad del IMCO lo ubica en la posición 19, lo que significa un descenso de ocho lugares con respecto a la medición realizada el año pasado.
Incidencia delictiva
Además, cifras oficiales advierten que a lo largo de la administración de Omar Fayad, la incidencia delictiva local aumentó más de 37 por ciento.
Estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública señalan que, aunque los homicidios se redujeron cerca del 19 por ciento y los robos 5.5 por ciento, aumentaron las denuncias por lesiones, en un 25.5 por ciento; los secuestros, en 100 por ciento; el abuso sexual, en un 96 por ciento, y la violencia familiar, en 90 por ciento.
Para hacer frente a estos retos, Julio Menchaca ha asegurado que su gobierno contará con el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien en diversas ocasiones le ha refrendado su lealtad.
El mandatario hidalguense anunció que buscará aprovechar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que, afirmó, se ubica a 35 minutos de Pachuca, para impulsar el desarrollo económico de la entidad y la construcción de infraestructura carretera que conecte al estado con la obra emblemática del presidente.
El gobernador propuso también incrementar los programas sociales que ya se ofrecen en el estado, eficientar el presupuesto, aumentar y mejorar la distribución de medicamentos.
A su vez, el gobernador, quien asumió el cargo el pasado 5 de septiembre, ha señalado como objetivos combatir la corrupción de las policías, profesionalizar a los agentes y mejorar la infraestructura escolar.
Martha Martínez | Agencia Reforma
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