Los activistas que rescatan a perros y gatos callejeros se han visto rebasados por la alta incidencia de abandono, maltrato animal y falta de cultura de la adopción; incluso, algunos fueron víctimas de la delincuencia y optaron por buscar otro espacio para no abandonar su labor y proteger a sus ejemplares.

Edith Guzmán, representante de Pachuca sin Callejeros, comentó que las personas que le prestaban el predio para tener a sus canes se lo solicitaron hace unas semanas, por lo que tuvo que comenzar con la búsqueda de un nuevo espacio para alojar a 24 perros, algunos con más de tres años a su cargo.

La activista señaló que la posibilidad de que su trabajo termine por la falta de un lugar seguro y con infraestructura le hace pensar en el destino que le espera a sus rescatados, pues no ha logrado que sean adoptados, aseguró que su color negro y su tamaño (grande) hace más difícil su colocación.

“En Hidalgo no tenemos la cultura de adopción o tenencia responsable, creo que aún no saben el significado correcto de lo que es, creen que tener una mascota es tenerlos en casa, darles alimento, agua y ya, pero es más que eso”, sostuvo.

En el caso de Cuatro Patitas un Corazón, la sustracción de 13 perros del santuario que se ubicaba en Mineral del Monte, los obligó a buscar otro espacio, en el cual tratarán de instalar cámaras de seguridad para evitar otro incidente parecido, como el del 30 de diciembre del año pasado.

Lorena Rivera, fundadora del espacio, aseguró que actualmente funge como un lugar de esparcimiento para los animales de otros activistas, pero en un futuro podría adecuarse como uno de recuperación para perros esterilizados.

Adela Garmez I Pachuca

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