La normativa es una herramienta nueva para buscar a víctimas, dicen

Tras la aprobación de la Ley en Materia de Desaparición de Personas de Hidalgo, familiares de víctimas directas consideraron que puede ser un instrumento para que continúe la búsqueda de sus consanguíneos y para que quienes se enfrentan a esta situación no sufran la negligencia de las autoridades.

Eduardo Francisco Salazar Olvera, hijo de Hortensia Olvera, desapareció el 22 de febrero de 2017 en la colonia Buenos Aires, de Pachuca.

La mujer, de 73 años, trabajaba en Estados Unidos en ese entonces, pero regresó a México un mes después y lo buscó en centros de rehabilitación, ya que padecía alcoholismo. Posteriormente, acudió a la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), pero las investigaciones no han avanzado.

Ella ha costeado la búsqueda de su hijo, pero no encuentra trabajo debido a su edad y ha sido despedida de algunos debido a que dedica tiempo a rastrearlo, mientras que su esposo, de 72 años, no puede laborar por problemas de salud.

“Me decían ‘O trabaja o busque a su hijo, porque las dos cosas no las va a poder tener’. Ahorita no tengo trabajo”, mencionó.

La aprobación de la ley representa para ella una oportunidad de que los familiares de las víctimas puedan acceder a recursos y continuar con sus investigaciones.

Por su parte, Mónica Ramos Zúñiga consideró que esta nueva normatividad puede ser un paso para que quienes pasen por esta situación no sufran la negligencia de las autoridades.

Su hijo Cristian Michel Ramos Zúñiga desapareció el 25 de junio de 2019, tras visitar a un amigo en Las Lajas, Pachuca.

Al ver que no avanzaban las investigaciones, buscó al agente del Ministerio Público encargado del caso, le llevó las direcciones de los amigos de su vástago y le pidió solicitar la sábana de llamadas de su teléfono.