Durante los últimos tres años, en Hidalgo, el consumo de cristal —una metanfetamina altamente adictiva— ha incrementado 500 por ciento e incluso ha desplazado la utilización de otras drogas, como la cocaína, informó el director del Centro de Integración Juvenil (CIJ), Christian Ahued Hernández.
Al exponer dichos datos, destacó que no es posible dejar de hablar de la realidad que presenta Hidalgo, en donde existe “alta accesibilidad” a dicha droga, así como una baja percepción del riesgo que causa.
El psicólogo afirma que el denominado cristal ocupa el cuarto lugar en demanda de atención en el CIJ Pachuca, después de alcohol, tabaco y marihuana:
“La metanfetamina cristal ha escalado significativamente y ha desplazado a la cocaína, además de que sigue un incremento acelerado”, advirtió.
Actualmente, agregó, más de la mitad de los usuarios atendidos en el organismo que preside son adolescentes: de 700 pacientes, más de 50 por ciento pertenece a este grupo poblacional; asimismo, cuatro de cada 10 personas reconocen que han consumido esta droga alguna vez en su vida.
De manera paralela, observó que el uso de sustancias tóxicas en las mujeres ha incrementado, pues, aunque anteriormente 80 por ciento de las atenciones correspondían a hombres y 20 por ciento a féminas, ahora cuatro de cada 10 servicios son requeridos por ellas.
Respecto a los espacios que pueden representar un riesgo para que adolescentes tengan contacto con drogas o sustancias, mencionó la escuela, fiestas, la calle y espacios públicos.
Asimismo, detalló que durante la adolescencia se tiene una necesidad de pertenecer a un grupo social, en este sentido, remarcó, las amistades se pueden convertir en un factor protector, o bien, de riesgo, lo que va a depender de los intereses que tengan; por ejemplo, si a un grupo le agrada experimentar con sustancias.
El especialista expuso que son tres los factores que, en conjunto, dificultan el control de las adicciones, considerado un problema de salud pública: mayor disponibilidad de sustancias, alta accesibilidad —es decir, se pueden encontrar en lugares específicos— y baja percepción del riesgo o daño que causan.
Sobre la posible influencia en el uso de las redes sociales, indicó que no existe restricción ni regulación en cuanto a contenidos, por lo que alguna persona adolescente pudiera encontrarse en riesgo de adquirir sustancias que pueden dañar su salud.
SON ADOLESCENTES
Más de la mitad de los usuarios atendidos en el CIJ son adolescentes, pues de 700 pacientes, más de 50 por ciento pertenece a este grupo poblacional
Yuvenil Torres | Pachuca
Te puede interesar: Consumo de cristal, al alza en Tulancingo
Rafael Guerrero Gómez, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Tulancingo (SSC), reconoció que la venta y consumo de cristal es “un problema creciente” en la demarcación.