Hace cinco años, el 19 de septiembre de 2017, un sismo con magnitud de 7.1 sacudió a por lo menos a 15 estados del país, entre los cuales se encontró Hidalgo, donde el siniestro tuvo una intensidad moderada, de acuerdo con la escala Mercalli, por lo que los ciudadanos se organizaron y mostraron su solidaridad con las entidades más afectadas.

Si bien los registros oficiales muestran al estado con saldo blanco en cuanto a personas fallecidas o lesionadas, hubo algunos reportes de daños en infraestructura, unos de los más cuantificables se reportó en escuelas de la entidad, puesto que datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal aseguraron hasta 413 instituciones académicas con afectaciones estructurales.

Las estadísticas muestran que, derivado del sismo del 19 de septiembre como del 7 del mismo mes de 2017, hubo 368 planteles que tuvieron algún daño menor en luminarias, cuarteaduras en firmes o pisos de loseta, fugas, vidrios rotos, entre otros; además, 42 reportaron deterioros parciales y tres fueron catalogadas como pérdida total.

No obstante, en el estado se tuvo una respuesta inmediata en cuanto al envío de apoyos para entidades que fueron mayormente afectadas, como Guerrero, Morelos, Puebla, Oaxaca o Ciudad de México, puesto que tanto los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, además de organizaciones civiles, participaron en el proceso de acopio.

En el caso del gobierno de Hidalgo, se enviaron a entidades vecinas tres camiones de bomberos, 15 ambulancias equipadas, tres unidades médicas móviles, además de elementos de Protección Civil, unidades caninas de búsqueda y maquinaria.

Irving Cruz | Pachuca