Cientos de personas acudieron ayer a la parroquia Basílica Menor de Santa María de Guadalupe, ubicada en Pachuca para celebrar a la virgen de Guadalupe en su día, por lo que en el lugar se implementaron filtros sanitarios y restricciones en comparación de años anteriores, en los que no existía el Covid-19.

Al igual que el año pasado, el templo, también conocido coloquialmente como la Villita, tuvo una limitación de aforo, por lo que, en su interior, las bancas tenían cinta amarilla para evitar el paso de personas, con el objetivo de mantener el recinto a un 30 por ciento de su máxima capacidad para las siete misas que se llevaron a cabo, de las cuales se transmitieron mediante redes sociales tres.

No obstante, el ingreso a la iglesia tenía una fila en la que no se respetó el distanciamiento social y que en su punto máximo superó las 100 personas, quienes, cargando figuras de la Guadalupana o acompañados de infantes vestidos de ropas típicas mexicanas, buscaban acceder a la parroquia.

A pesar de que estaba prohibida la colocación de puestos semifijos en la zona, aproximadamente 10 comerciantes de distintos giros ofrecieron sus productos a los fieles, aunque, a diferencia de años anteriores al 2020, no se cerró la circulación en avenida Juárez ni se instaló tianguis en las calles aledañas. Además, dentro de las limitaciones se enlistó que no se permitían peregrinaciones, con el objetivo de evitar aglomeraciones.

Dentro de las actividades también se realizaron las tradicionales mañanitas durante la madrugada del 12 de diciembre, las cuales se transmitieron por la página de Facebook oficial de la parroquia, además de recibir a un porcentaje limitado de asistentes.

Consecutivo

• Este es el segundo año consecutivo en el que las actividades religiosas se ven limitadas debido a la pandemia de Covid-19, puesto que, al igual que en 2020, no se permitió el acceso a peregrinaciones, además de que se prohibió a los ambulantes colocarse en las inmediaciones de La Villita

Irving Cruz l Pachuca

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