En México hay varios tipos de leyendas transmitidas por la tradición oral y Pachuca no está exenta de ellas.
Entre los relatos de la capital destaca el de un predio ubicado en el barrio La Palma, en el que hay una vieja construcción conocida como La Casa del Vampiro.

Lugareños afirman que esa vivienda albergó a un adulto mayor que realizaba la mayoría de sus actividades por la tarde-noche. Según cuentan, en los alrededores se localizaron animales muertos, lo que hizo pensar a la gente que dicho individuo no era del todo humano. Actualmente, el lugar está deshabitado.

A un costado del viaducto Nuevo Hidalgo, hay un edificio con varios departamentos en renta; sin embargo, pobladores cuentan que es casi imposible que alguien los alquile, pues aseguran que se escuchan cosas terribles por las noches, además de que hay apariciones sobrenaturales.

Cerca de ahí, en la calle Fernando Soto, hay una gran casa abandonada. Algunos vecinos señalan que por las noches escuchan ruidos que erizan la piel. Aunque no han comprobado que en el lugar haya un ser de ultratumba, pocos se atreven a investigar el fenómeno.

Redacción I Pachuca

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Con tumbas que datan desde hace más de un siglo, el Panteón Municipal de Pachuca ha sido el destino final de cientos de hidalguenses desde que comenzó su habilitación, en febrero de 1900.

De acuerdo con archivos históricos, el actual camposanto tuvo que ser diseñado por la falta de espacio en el antiguo cementerio de San Rafael, donde actualmente se ubica el parque Hidalgo.

Aunque hace una centuria estaba a las afueras de la ciudad, en San Bartolo, la mancha urbana envolvió al panteón. Fue habilitado en lugar distante ante la falta de espacio y por el miedo de que se pudiera generar alguna epidemia.