Recurrir a una Interrupción Legal del Embarazo (ILE) no es una decisión sencilla, sino “responsable”, independientemente de las circunstancias o motivos para realizarla, afirmaron dos mujeres hidalguenses que compartieron su testimonio con Criterio.
Una de ellas, de 23 años de edad, quien hace poco más de una semana se realizó dicho procedimiento con apoyo de medicamento, describió que se dio cuenta de que estaba embarazada tras separarse de su expareja, con quien tiene un hijo de dos años y ocho meses, que padece varias afecciones, incluyendo un soplo en el corazón y esclerosis.
La mujer expresó que cuando informó a su expareja de que estaba embarazada, él le dijo que no la apoyaría, pues argumentó que los gastos por su primogénito son muy altos por las enfermedades que padece: “Me dijo que no lo quería”.
Además de no contar con el respaldo de su exesposo, la joven explicó que es la única que se hace responsable de los cuidados de su pequeño hijo, quien ha sido sometido a tres cirugías.
De igual manera, dijo, genéticamente hay la posibilidad de que su embarazo presentara algunos riesgos, dado el antecedente que tuvo con su primer hijo. Fue así, manifestó, que decidió recurrir a la ILE.
“Pensé que tenía que darle prioridad al hijo que ya tengo, no podía arriesgar a otro bebé, pues yo me hago responsable por completo de mi primer hijo y económicamente no estoy bien”, externó.
Sin embargo, destacó que, si sus circunstancias fueran distintas, hubiese continuado con su embarazo, pues esperó el nacimiento de su primer bebé “con mucha ilusión” e, incluso, deseaba tener otro hijo: “Pero no en esta situación”.
Explicó que la decisión de interrumpir la gestación se tornó aún más compleja por sus creencias, ya que profesa la religión cristiana.
“No fue una decisión fácil ni fue por gusto, aunque la gente siempre te va a juzgar y no se va a poner en tu lugar, pero al final es una decisión personal”, aseveró.
Por su parte, otra joven, de 21 años de edad, quien tiene casi un mes de haberse realizado una ILE, afirmó que decidió no continuar con su embarazo debido a que no tiene estabilidad económica, pues aún estudia.
La mujer comentó que analizó la situación con su novio y de manera conjunta determinaron que no era momento de tener un bebé.
“Optamos por interrumpir el embarazo. No fue decir ‘no, no lo quiero’, sino que valoré muchos factores. Cuando me enteré de que estaba embarazada, mi idea fue que no iba a traer al mundo a un bebé cuando no tengo los recursos para poder mantenerlo”, indicó.
Agregó que en algún momento de su vida desearía ser madre; no obstante, consideró que este momento no es
el adecuado.
Sobre su experiencia con los servicios de Salud de Hidalgo, responsables de brindar las ILE, indicó que fue mala, ya que, además de que debió cubrir por su propia cuenta un ultrasonido, el trato del personal médico en el Hospital Obstétrico de Pachuca “fue déspota” e, incluso, fue la asociación Di Ramona la que terminó proporcionándole el medicamento.
“Creo que tienes que pensar en qué es lo mejor para ese bebé. Si no tienes estabilidad económica, ¿por qué traer al mundo a alguien con carencias y limitaciones? Pero tienes que estar muy segura de tu decisión”, externó.
PROCEDIMIENTOS REALIZADOS
El pasado 24 de mayo, Criterio informó que de julio de 2021 al 7 de mayo de este año, la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) llevó a cabo 429 interrupciones legales del embarazo
Del total, 90 por ciento se realizó con medicamentos y 10 por ciento, con Aspiración Manual Endouterina (Ameu)
Yuvenil Torres I Pachuca
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