“El regreso a clases virtuales trae diferentes riesgos a las infancias. Necesitamos transformar el sistema educativo. Repetir la misma fórmula traerá más violencia familiar, más abuso sexual, y problemas de salud mental, que se traducen en suicidios, con un incremento de 13 por ciento”,  así lo señaló Juan Martín Pérez García, Coordinador de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe.

En entrevista para el programa A Criterio de… dijo que es necesario “evitar un deya vu como el que se vivió al inicio de la pandemia, cuando el 23 de marzo de 2020 cerraron las escuelas, y año y medio después comenzaron algunos retornos; en cambio, en América Latina -después de la primera ola- iniciaron los primeros esfuerzos por regresar a las aulas”.

El ex titular de la REDIM, también comentó que la primera problemática que enfrentan las infancias es que hablamos poco de la violencia contra niñas, niños y adolescentes.

“Además estamos en un país en guerra, de enero a mayo se registraron 1083 niñas, niños y adolescentes asesinados; mientras que en la guerra de Rusia contra Ucrania han asesinado a 204”. Por ello, planteó que los menores en México  están en peores condiciones que en una guerra.

Es así como se registran cada día siete asesinatos de NNA, mientras que de cada 100 carpetas de investigación solo 3 encuentran sentencia.

Pérez García advirtió que hay invisibilidad, impunidad y desprotección, por lo que los NNA víctimas de delitos puede ser cualquiera, pero sí hay condiciones de desprotección que están presentes, como las trayectorias escolares, sus redes familiares y comunitarias, y qué tan sólidas son las instituciones del Estado en los tres niveles de gobierno, alrededor de los menores.

Planteó la necesidad de articular las organizaciones, conversar y encontrar los puntos de sinergia para apoyar la pulsión de vida, más que la pulsión de muerte en este país, porque la muerte ha sido el diálogo de los políticos.

“Volteen a ver a los niñas, niños y adolescentes que tienen a su alrededor. Son personas con derechos plenos, no derechos chiquitos. Tenemos que hacerlos partícipes de manera gradual para prevenir hechos criminales que existan”, propuso, al tiempo de habló de la necesidad de reforzar las redes comunitarias y familiares. “Si queremos seguridad, que ellos la vivan y la vean”.

Redacción