La reducción de la movilidad por la pandemia de Covid-19 aumentó la interacción de personas a través de plataformas virtuales y redes sociales, lo cual también derivó en que quienes se dedican a cometer delitos en estos espacios digitales, informó el inspector José Islas Martínez, titular de la Unidad de Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH).
Los reportes por esos delitos son de las principales quejas que ingresa la ciudadanía hidalguense, así como la difamación y amenazas, acoso o extorsiones derivados del sexting, práctica que consiste en enviar mensajes con contenido erótico o sexual.
“El fraude es recurrente (que se reporte). Desafortunadamente, con la pandemia migramos a las plataformas digitales, pero muchas veces no somos conscientes de toda la información que hay, no la revisamos y nos confiamos de lo primero que vemos. Decimos ‘está muy barato’, y lo compramos”, mencionó el inspector en entrevista con Criterio, desde las oficinas del Centro de Control, Coman-do, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i) de Hidalgo.
Todas estas actividades ilícitas, de acuerdo con el oficial, tienen en común que si no se denuncian penalmente las autoridades no pueden proceder o investigar para sancionar, por lo que hizo un llamado a la ciudadanía a iniciar la carpeta de investigación si son víctimas de algún delito.
“Nos atan de manos si no tenemos el apoyo de la población en cuanto a la denuncia se refiere”, dijo el mando policial.
Islas Martínez subrayó que quienes se dedican a cometer estos delitos han migrado al espacio digital para buscar a sus víctimas. Dijo que, por ejemplo, a través de la aplicación de videos cortos Tik Tok, una de las redes sociales que tuvo mayor crecimiento durante la emergencia sanitaria, en la que no se limita el uso por edades, hay adultos que se hacen pasar por menores de edad para interactuar con infantes o adolescentes, con la finalidad de generar empatía e ir obteniendo información sobre su vida personal, para después buscar extorsionar a sus padres.
“Hay muchas situaciones que se tienen que prevenir y no lo estamos identificando. Por ejemplo, la inclusión de menores de edad en estos videos (en Tik Tok). Muchos que salen en estos videos van mostrando parte de su casa, porque estamos en un encierro. Entonces, si algún delincuente que sea observador empieza a analizar los horarios en que están los adultos y conocen a su familia, al no ser consciente de la configuración de una red social, es muy fácil contactarlos a través de estas.
“Comienza a generar empatía para obtener información, pero a través de este tipo de situaciones le está haciendo llegar datos al ciberdelincuente para que se comunique con los padres y los extorsione”, sostuvo.
El 21 de enero pasado, la Secretaría de Seguridad Pública de Pachuca dio a conocer que atendió una llamada de emergencia a través de la cual una mujer alertó que al llegar a su domicilio encontró que sus pertenencias estaban desordenadas, hacían falta objetos de valor y dinero; a su vez, había una hoja con un nombre y un número de cuenta escritos en ella, además de que no estaba su hijo. Esto ocasionó la movilización de cuerpos de seguridad y, a través de una revisión de las cámaras de vigilancia, se identificó la ruta del menor de 12 años, quien había sido víctima de una extorsión telefónica, por lo que realizó un depósito de 10 mil pesos.
Apenas el lunes, en Tulancingo, en la colonia Haciendas de Napateco, elementos de la Dirección de Seguridad Pública municipal realizaban patrullajes y fueron abordados por un adulto mayor, quien les pidió apoyo porque, a través de una llamada telefónica, su hija le avisó que su nieto, de 13 años, había sido secuestrado y pedían un rescate de 80 mil pesos; sin embargo, agentes de seguridad ubicaron al menor en el panteón de la colonia y se corroboró que trató de otro caso de intento de extorsión a través de llamadas.
Giovanny Flores | Pachuca
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