Ante la falta del sistema de internado y la designación de recursos para la escuela, estudiantes de la escuela normal rural Luis Villarreal de El Mexe duermen en el suelo de los salones y tienen que realizar boteos para conseguir dinero para sus alimentos.

A un mes de que se cumplan cuatro años de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la reapertura de la institución educativa ubicada en Francisco I. Madero, la cual fue cerrada en 2008 en la administración del exgobernador Miguel Ángel Osorio Chong, la escuela y sus alumnos aún enfrentan carencias.

Ana, proveniente de Ixtlahuaca, Estado de México, narró que acuden a los pueblos que se encuentran alrededor de la normal rural para dar a conocer las problemáticas por las que están pasando, debido a que las autoridades no han destinado recursos para la escuela, y les piden víveres o apoyo económico para alimentar a los normalistas que se quedan a dormir en las instalaciones educativas que ocupan desde octubre del año pasado.

“Hay gente que se sorprende de que El Mexe se volvió a abrir, hay egresados y esas personas son las que más nos apoyan. Así como hay gente del pueblo que no está conforme, hay otros que nos apoyan y nos dan apoyo con víveres y dinero, para sustentar la alimentación, porque somos estudiantes de escasos recursos”, mencionó la joven de 19 años de edad en entrevista con Criterio, quien dijo tener la necesidad de estudiar en la normal rural, debido a que es hija de campesinos y no pueden pagarle una universidad.

Indicó que para ella es indispensable el sistema de internado, debido a que no podría solventar una renta ni su alimentación, por lo que dijo que su postura será seguir protestando hasta que las autoridades federales y estatales destinen recursos para la normal.

“Como en verdad quiero salir adelante, seguiré viniendo (a manifestarse como la semana pasada en el Congreso local) y estar en pie de lucha para que el internado siga”, sostuvo.

Nilda, una joven de 18 años de edad, proveniente de Tecomate, localidad de Tepetzintla, Veracruz, narró que hay alrededor de 80 alumnos que se quedan a dormir en la escuela, donde dos salones los adaptaron como dormitorios, uno para mujeres y otro para hombres. Todos duermen en el suelo, sobre cobijas que llevaron de sus casas.

Su día comienza tomando clases, luego desayunan, tienen un receso, realizan actividades deportivas, faenas o limpieza de la escuela, después comen, luego acuden a un club de danza o rondalla entre ellos, cenan, se bañan y van a dormir.

Giovanny Flores I Pachuca

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