A 21 meses de que la pandemia por Covid-19 se hizo presente en el estado de Hidalgo, en el transcurso de este año, a pesar de que la contingencia sanitaria se mantuvo bajo control, se vivieron dos picos de contagios que pusieron en alerta a los servicios de Salud ante el riesgo de colapso.
El primero de ellos se registró en enero de esta anualidad, cuando aún no había comenzado la estrategia de vacunación contra el coronavirus y las celebraciones y reuniones navideñas ocasionaron brotes familiares; es decir, los contagios no se dieron en el espacio público, sino en el seno familiar.
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), a mediados de enero de este año, 779 personas se encontraban hospitalizadas en alguna unidad médica del sector, lo que puso en riesgo la operatividad de los servicios sanitarios.
Ante el incremento de contagios, la red de hospitales del sector Salud alcanzó una ocupación de 80 por ciento. Asimismo, el fallecimiento de personas a causa de coronavirus registró un alza, e incluso cada media hora un individuo perdía la vida por la enfermedad, según datos de la SSH.
La curva de contagios se contuvo en febrero y aunque llegó Semana Santa y las vacaciones de verano, la curva de contagios no se vio afectada. Fue en el segundo mes del año cuando comenzó la estrategia de vacunación contra el Covid-19 a adultos mayores.
Posteriormente, en marzo, se detectó el primer caso de la variante británica de coronavirus; sin embargo, el hallazgo de nuevas cepas en el estado no causó estragos en el sistema de Salud, sino hasta agosto, con la llegada de la variante Delta, proveniente de India, que provocó la tercera oleada de la pandemia a nivel mundial.
En ese mes, se alcanzó un récord de pacientes enfermos y casos activos, con 505 y 3 mil 57, respectivamente en un solo día, mientras los contagios aumentaron 300 por ciento, por lo que nuevamente la capacidad de la red hospitalaria estatal se vio amenazada.
Por ello, aunque se esperaba desreconvertir los nosocomios para la atención de pacientes con covid, estos se mantuvieron como al comienzo de la pandemia, como el Hospital de Respuesta Inmediata “inflable”, en Pachuca.
A partir de octubre, los casos, hospitalizaciones y defunciones reportaron una tendencia a la baja. Y si bien el comportamiento de la pandemia se mantiene estable, la autoridad sanitaria está a la expectativa, ante la aparición de la variante Ómicron y las festividades de fin de año.
El titular de Salud señaló que ante la posible llegada de la nueva cepa al estado y de una cuarta ola se analiza el uso del 15 por ciento de los recursos económicos adicionales etiquetados a Salud.
ABASTO DE MEDICAMENTOS EN HIDALGO
Respecto al tema de medicamentos, el titular de la SSH, Alejandro Benítez Herrera, expuso el pasado 19 de noviembre que, de mil 14 claves solicitadas y validadas por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), se adjudicaron para la compra 902; sin embargo, de todo ese catálogo de insumos, hasta esa fecha se habían recibido 593 claves, lo que representa 65.7 por ciento del abasto, aunque en cantidad de piezas solo se contaba con 29.8 por ciento.
Ante ello, mediante los Servicios de Salud de Hidalgo se han realizado compras emergentes de insumos médicos asociados a la compra consolidada y no suministrados, aunque las cantidades adquiridas son insuficientes, ya que únicamente se pueden adquirir fármacos con base en los precios de referencia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), no a los valores de mercado, lo que limita su adquisición.
Yuvenil Torres I Pachuca
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