Desde hace 11 años, el museo de la Mina de Acosta narra la historia de la minería en la entidad y particularmente de Real del Monte, desde la época prehispánica y hasta la contemporánea, motivo por el cual el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) incluyó este espacio dentro de los sitios a visitar en sus paseos culturales.

La Mina Museo Acosta es una auténtica veta histórica, “es un yacimiento de Real del Monte del cual se extraía plata, oro y plomo. Ahí nos vamos a introducir en un túnel de 50 metros para conocer a lo largo de este trayecto cuáles eran las herramientas de trabajo que los mineros utilizaron desde la época prehispánica hasta el siglo pasado”, explicó el geógrafo Pedro Pascual López.

En el recinto museístico se encuentran los objetos de madera y hueso que se utilizaron en tiempos Prehispánicos para explotar la mina y las zonas cercanas a la antigua ciudad Nopalillo —actualmente un sitio arqueológico— donde se extraía obsidiana.

“Durante la Colonia, en el siglo XVII, de la mina se extrajo plata y oro. El yacimiento cayó en una etapa de decadencia en 1810, con el movimiento de Independencia; hay que tener en cuenta que tantas décadas de explotación agotaron los minerales, entonces se comenzó a promover la venta de las minas, primero las ofrecieron a inversionistas nacionales y luego a extranjeros”, comentó el especialista del INAH.

En 1824 llegó a Real del Monte un grupo de ingleses, quienes compraron la mina y la explotaron por 25 años, “económicamente resultó un “fracaso”, pero tuvieron una gran influencia sobre los mexicanos de la región, además introdujeron tecnología y formas modernas de explotación minera”, mencionó Pascual López, quien profundizará sobre el tema durante el paseo.

Los ingleses no sólo vinieron a nuestro país con sus métodos de trabajo, también con sus costumbres y gastronomía, como jugar tenis o gol, y un platillo llamado pastes, que contiene carne molida con papas, que aún se sigue preparando en Real del Monte.

Otro de los sitios de relevancia de la localidad es el Panteón Inglés, donde se enterró a los trabajadores de la mina y a sus familias, curiosamente las tumbas están orientadas hacia el noreste, como señalando rumbo a Inglaterra y una gran cantidad de lápidas tienen símbolos masónicos, como la escuadra, el compás y el delta luminoso.

“El objetivo del recorrido es que la gente conozca de manera directa y vivencial lo que fue y sigue siendo la actividad minera en México, y cómo fue la vida de los extractores de mineral en el México Prehispánico, Colonial y actual”, comentó el especialista del INAH.

El rescate

Fue en 1998 cuando un grupo de entusiastas investigadores del Archivo Histórico y Museo de Minería A.C. emprendió, con muy pocos recursos, la tarea de estudiar, proteger y difundir los vestigios materiales que han permanecido en el espacio de la Mina de Acosta en Real del Monte, a lo largo de las diversas etapas de su explotación.

Después de una minuciosa investigación de arqueología industrial y del esfuerzo personal se logró habilitar a la Mina de Acosta, como museo de sitio, que permite al visitante conocer la historia de una de las más ricas minas.

La visita incluye un recorrido de casi medio kilómetro por el socavón de la mina, que lleva a imaginar la dificultad de la labor de los trabajadores, y que pone al descubierto espectaculares vetas y formaciones geológicas.

La Casa del Superintendente ofrece, además de exposiciones sobre la minería de Real del Monte, la oportunidad de adentrarse en el modo de vida de los empresarios ingleses. [c]