En el marco de la Expo Feria Textil de San Juan Tepeyahualco, Zem-poala, se presentó el libro Acueducto del padre Temble-que, breve estudio de la arquería mayor, escrito por Gerardo Bravo Vargas; quien describe la obra como “una nueva investigación que revela datos nunca antes mencionados de la arquería del siglo XVI, una de las grandes joyas arquitectónicas de nuestro país”.
El libro contiene tres capítulos, donde se describe la técnica constructiva de la arquería mayor, sus poblaciones relacionadas y un análisis de los jeroglíficos pintados por los indígenas, en los cuales el autor realizó el descubrimiento de las fechas de construcción que fueron de 1545 a 1563, hasta ahora sólo se habían tenido estimaciones que diferían por varios años.
Además, se realizaron una serie de interesantes hallazgos, como la existencia de las minas del material extraído para que fray Francisco de Tembleque y los indígenas de la región pu-dieran llevar a cabo tan gran-
de empresa.
Bravo Vargas mencionó que la investigación demoró poco más de un año, durante la cual casi duplicó el hallazgo de símbolos de 1960, que pasó de 44 a 73, concluyendo además que no existen símbolos hispánicos, sino que se trata de símbolos indígenas con una interpretación inadecuada, refutando así el primer estudio jeroglífico realizado por Ángel María Garibay hace 50 años.
Entre los principales datos del libro, el autor rechaza la longitud de mil 20 metros “que citaba Ricardo Robina en 1960, pues únicamente son 880 metros”.
También mencionó que la arquería mayor se terminó exactamente en 1560, como lo revela un glifo descubierto identificado como el año azteca 3 tecpatl, cuya correspondencia es la fecha citada. Luego de rechazar la función de los glifos presentes en la arquería mayor, pues indica se trata de símbolos religiosos que sólo existen en la cara poniente a diferencia de las imágenes religiosas hispanas que existen en el lado oriente,
El autor criticó el desinterés de autoridades estatales, por conducto del Consejo Estatal para la Cultura y las Artes y del municipio Zempoala, por impulsar la investigación histórica.
Ante tal omisión, el autor decidió realizar la indagatoria y optó, para evitar cualquier dilación, por publicarla en una edición de autor financiada con el apoyo de particulares interesados en la difusión del patrimonio histórico del estado.
