Casi 30 millones de niños y niñas han sido desplazados de su lugar de origen para huir de la violencia, lo que contribuye a que la cifra de exiliados en el mundo sea la mayor desde la Segunda Guerra Mundial, apuntó ayer la ONU.

En su mensaje para conmemorar el Día Universal del Niño, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, indicó que los menores desplazados han sido forzados de sus hogares para huir de la opresión, conflictos, el terrorismo y otras violaciones de los derechos humanos.
Para la conmemoración de este año, Ban destacó además el drama en que viven los niños que a menudo son “olvidados o pasados por alto: aquellos privados de su libertad”.
Explicó que demasiados menores permanecen en cárceles, instalaciones de salud mental u otras formas de detención, y que muchos de ellos son especialmente vulnerables porque son inmigrantes, buscan asilo, están desamparados o son víctimas del crimen organizado.
Recordó que la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por la ONU, establece que la privación de la libertad debe ser siempre una medida de último recurso, aplicada por el menor tiempo posible.
El funcionario reveló que la ONU está preparando un estudio global que arroje luz sobre la escala y las condiciones de los niños privados de su libertad en el mundo a fin de promover sus derechos.