Una madre quemó vivo al violador de su hija años después de la agresión
 
Hace (16) meses
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En 2005, María del Carmen García –llamada La Madre Justiciera- esperaba el autobús en Benejúzar, España, de pronto, un hombre corpulento se acercó a ella y la saludó.

Tras la conversación, el hombre de 69 años siguió hacia un bar de la ciudad, disfrutando de un día de libertad.

María, en cambio, se quedó consternada. El hombre era Antonio Cosme, alias El pincelito, quien había violado a su hija cuando tenía 13 años.

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Aumentó 12% Una madre quemó vivo al violador de su hija años después de la agresión | Foto: Luis Soriano

Por el delito, Cosme fue condenado a nueve años de prisión, pero ese día había recibido un permiso y salió a tomar algo y reunirse con sus amigos, antes de volver a la cárcel de Villena, pero nunca volvió.

El hecho ocurrió el 17 de octubre de 1998, cuando Verónica pidió a su hija que fuera por un paquete de pan. Fue cuando Cosme Velasco se acercó a la joven, la agarró de la camiseta, le puso una navaja en el cuello y la llevó a la fuerza a un bosque cercano.

Según el informe redactado por la Audiencia Provincial de Alicante, allí violentó sexualmente a la joven.

El acusado siempre negó los hechos, a pesar de que los informes médicos presentados por los demandantes demostraron que había rastros de semen en la ropa interior y el cuerpo de la menor.

Posteriormente, la familia cambió de residencia, ya que eran vecinos del agresor; además, se vieron obligados a tomar acciones debido a las amenazas que sufrieron por personas cercanas a Cosme.

En diciembre del año 2000, Antonio Cosme fue condenado a nueve años de prisión y también dictaminaron que debía pagar una indemnización de 18 mil euros por los daños colaterales.

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Una madre quemó vivo al violador de su hija años después de la agresión | Foto: Especial

Aquella mañana de 2005, mientras el culpable caminaba hacia la taberna, García había cambiado de rumbo y se dirigía ahora hacia su casa. Tomó unos fósforos y una botella de plástico, luego caminó hacia una bomba de gasolina cercana, llenó el recipiente con combustible y se dirigió hacia el lugar donde Cosme estaba.

En el bar, Antonio se encontraba en la barra hablando y bebiendo con otra persona. Cuando entró, el propietario del local se percató de que algo extraño estaba pasando y se colocó delante de la mujer.

Luego Carmen sacó la botella y empezó a rociar a su víctima de gasolina por encima de la cabeza mientras le gritaba “para que no me olvides”, le tiró un fósforo y vio cómo el hombre empezó a arder en llamas.

María del Carmen salió corriendo del bar y fue detenida esa misma noche en las inmediaciones del Puerto de Alicante. Al aparecer estaba tan desorientada, que la Policía no pudo tomar su declaración.

Una semana después, Cosme Velasco murió en el Hospital La Fe de Valencia por la gravedad de las quemaduras, las cuales afectaron el 60 por ciento de su cuerpo.

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Una madre quemó vivo al violador de su hija años después de la agresión | Foto: Especial

Debido a esto, María fue condenada en el 2010 a nueve años y medio de cárcel por la Audiencia Provincial.

Mientras la defensa argumentaba que la mujer solo trataba de asustar a la víctima, el tribunal dictaminó que había sido un homicidio en condiciones de alevosía.

El fallo también resalta los problemas psicológicos de García derivados de la violación de su hija que, los cuales activaron el impulso de hacer algo al respecto. Según la sentencia, “el estímulo exterior recibido por la acusada fue de tal calado emocional, que su reacción fue proporcional a su acción agresiva”. Los peritos que juzgaron a García consideraron que el incidente fue una “explosión mental”.

Asimismo, Carmen debía indemnizar con 80 mil euros a la viuda del agresor, a pesar de las razones por las cuales cometió el delito.

El juez dijo que entendía que la madre de la menor estaba pasando, pero que de igual manera su deber era hacer cumplir la ley.

Sin embargo, a última hora el Tribunal Supremo rebajó la sentencia a cinco años y medio de prisión al entender que el trastorno mental “tuvo una especial trascendencia en la comisión de los hechos”.

Redacción

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