Los bombardeos rusos destrozaron el sábado el aeropuerto de Vasylkiv, a unos 40 km al sur de Kiev, según el alcalde de esa ciudad.
Los suburbios del noroeste de la capital, como Irpin y Busha, también llevan días bajo las bombas rusas y los blindados de Moscú avanzan por el eje del noreste.
El consejero de la presidencia ucraniana, Mikhailo Podolyak, afirmó que Kiev “está sitiada” y que las tropas rusas centran también sus esfuerzos en Mariúpol y en varias localidades del centro del país.
Los servicios ucranianos indicaron este sábado que siete personas, entre ellas un niño, murieron el viernes en un ataque ruso, cuando estaban siendo evacuadas del pueblo de Peremoga, cerca de Kiev.
“Los ocupantes abrieron fuego contra un grupo de civiles, compuesto exclusivamente por mujeres y niños”, dijo la Inteligencia ucraniana en Facebook.
En Mariúpol, un puerto estratégico del mar de Azov que lleva doce días cercado, los habitantes están desconectados del resto del mundo y privados de agua, gas y electricidad.
El Ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores aseguró por la mañana que las fuerzas rusas bombardearon la mezquita del sultán Solimán de Mariúpol. Pero el presidente de la asociación de esa mezquita, Ismail Hacioglu, explicó luego que el templo no fue alcanzado por los ataques contra el barrio donde se halla.
Agencia AFP
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Por el conflicto entre Rusia y Ucrania, Washington se transformó en un centro de reclutamiento de estadounidenses que quieren ir a pelear al país que gobierna Volodímir Zelenski.
El personal de la embajada, ubicada en el barrio Georgetown, procesa miles de solicitudes de voluntarios, al tiempo que se aboca en asuntos como la obtención de armas.
Los estadounidenses no son los únicos extranjeros listos para pelear junto a los ucranianos, pero rechazan el ataque ruso y las bajas civiles.