Los “ojitos de cachorro” son tan adorables que es difícil resistirse a ellos cuando los perros piden atención o un premio. Un estudio de la Universidad Duquesne, ubicada en Estados Unidos, sugiere que las personas contribuyeron a que los canes desarrollaran la capacidad de hacer estas expresiones faciales a través de la cría selectiva.

A decir de Anne Burrows, una de las autoras de la investigación, es posible demostrar el vínculo recíproco entre perros y seres humanos mediante su mirada mutua, algo que no se observa con otros animales domésticos.

Científicos estiman que los lobos y los perros se separaron en dos especies genéticas distintas hace 33 mil años a medida que las personas comenzaron a criar selectivamente a los lobos, primer animal que fue domesticado.

Por eso, el estudio se centró en la anatomía de los músculos miméticos, encargados de las expresiones faciales. En los seres humanos, están dominados por fibras de miosina (una proteína) de contracción rápida.

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Como resultado, los músculos miméticos de las personas se contraen a gran velocidad, pero también se fatigan rápidamente. Por lo tanto, pueden realizar expresiones faciales muy rápido, pero no pueden mantenerlas por mucho tiempo.

Los investigadores compararon las fibras de miosina de los músculos miméticos de lobos y perros doméstico. Así determinaron que ambas especies poseen músculos dominados por fibras de contracción rápida. Sin embargo, los lobos también tienen un porcentaje más alto de fibras de contracción lenta en comparación con los canes.

“A través del proceso de domesticación, los humanos pudieron haber criado selectivamente perros basados en las expresiones faciales que eran similares a las suyas y con el tiempo los músculos de los perros pudieron haber evolucionado para ser más rápidos, beneficiando aún más la comunicación entre perros y humanos”, explicó Burrows en un comunicado.

Contar con fibras de contracción rápida permite que los perros puedan subir sus cejas y contraer sus músculos mientras ladran.

Por otro lado, las fibras de contracción lenta son importantes para los movimientos musculares extensos de los lobos cuando aúllan.

Estudios previos han reportado que los perros tienen un músculo mimético que no se encuentra en los lobos. Este les ayuda para hacer “ojitos de cachorro”.

Tonatiúh Rubín I Agencia Reforma