A menos seis militantes murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en el sureste de Turquía, elevando el saldo mortal de terroristas a 205 desde el inicio de la ofensiva contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Las fuerzas armadas turcas informaron este viernes que los enfrentamientos tuvieron lugar en la ciudad de Cizre, cerca de la frontera con Siria; en la vecina localidad de Silopi, en la frontera con Irak; y en la región de Diyarbakir.
En las hostilidades registradas en esas tres áreas, que están en toque de queda desde que comenzó la ofensiva militar contra los combatientes del proscrito PKK en el sureste del país, también resultaron heridos tres soldados, uno de los cuales murió en el hospital.
De acuerdo con un despacho de la agencia estatal de noticias Anadolu, que citó a un general turco, un total de 180 terroristas han muerto en las operaciones militares contra los combatientes kurdos desde el pasado 15 de diciembre, cuando comenzó la ofensiva.
Fuentes castrenses dijeron a Anadolu en condición anónima que había una cifra adicional de 25 muertos en el mismo periodo, con lo cual suman 205 bajas terroristas en operaciones conducidas en las provincias de Sirnak, Diyarbakir, Mardin y Bitlis.
Según datos del pro kurdo Partido Democrático del Pueblo (HDP), por lo menos 38 civiles han muerto durante las operaciones de las fuerzas de seguridad.
Las autoridades militares de Turquía aseguran que la ofensiva continuará hasta que desaparezca la amenaza de los terroristas kurdos y se restablezca el orden y la seguridad.
El PKK nació como partido político en 1978, pero decidió buscar la independencia del Kurdistán y comenzó su campaña armada en 1984, por lo que tras años de lucha fue declarado una organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
A finales de julio pasado reanudó sus actividades violentas tras un alto al fuego de dos años y desde entonces más de 200 miembros de las fuerzas de seguridad turcas y más de mil 700 militantes kurdos han muerto.