El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en el centro del proceso de destitución de su homólogo estadunidense Donald Trump, declaró ayer que quiere pasar página tras este escándalo que, según Ucrania, ha dejado secuelas en las relaciones entre ambos países.

“Tras todo este culebrón sobre el Impeachement, tengo ganas de ir a Washington y escribir una nueva página en nuestras relaciones”, declaró Zelenski en la Conferencia sobre Seguridad de Múnich (MSC).

Aunque Estados Unidos aún no dio una fecha para una visita del mandatario, este último invitó al presidente estadunidense a Ucrania. “Estoy dispuesto a recibirle antes de que él me reciba a mí”, aseguró.

Poco después, el jefe de la diplomacia ucraniana, Vadym Pristaiko, admitió que este caso había tenido un impacto en las relaciones con Washington, cuyo apoyo es crucial para Ucrania frente a Rusia. Los urales anexaron en 2014 la península de Crimea y está acusada de apoyar a los separatistas prorrusos en la guerra con las fuerzas gubernamentales en el este ucraniano.

Pristaiko mencionó la salida del enviado especial de Estados Unidos para Kiev, Kurt Volker, que fue una figura clave en las discusiones con Rusia sobre el conflicto en Ucrania,

pero dimitió en septiembre tras testificar en el Congreso dentro de la investigación sobre la destitución y no fue reemplazado.

El presidente estadunidense Donald Trump fue objeto de un juicio político iniciado por la Cámara de Representantes por abuso de poder para beneficio político propio, pero a principios de febrero fue absuelto por el Senado, que cuenta con mayoría republicana.

Estaba acusado de haber utilizado medios del Estado, especialmente congelando una ayuda militar crucial para Ucrania, para intentar forzar a ese país a ensuciar a su posible adversario en la carrera presidencial,
Joe Biden.

AFP I Múnich