El Reclusorio Preventivo Varonil Oriente de la Ciudad de México es la prisión más corrupta de México, en términos de cobros indebidos, de acuerdo con un ranking elaborado por investigadores de la organización World Justice Project.

Según el listado, que forma parte del análisis de datos titulado “Nuestros muchachos ¿Cómo son los jóvenes en las cárceles del país?, la segunda prisión más corrupta es el Centro de Reinserción Social Estatal de Puebla.

Completan el top cinco de las cárceles más corruptas, el Reclusorio Preventivo Varonil Sur de la Ciudad de México y dos penales mexiquenses: el Centro de Prevención y Readaptación Social de Chalco y el Centro de Prevención y Readaptación Social de Nezahualcóyotl.

Para elaborar el ranking, los investigadores del World Justice Project tomaron en cuenta principalmente los resultados de la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad del Inegi (Enpol), que se publicó en julio de 2017.

Dichos penales tuvieron los porcentajes más altos de respuesta afirmativa a varias preguntas como: “¿algún servidor público, empleado del gobierno o custodio intentó apropiarse, o le pidió de forma directa algún beneficio, como dinero, bienes, regalos o favores”

El Reclusorio Oriente tuvo 43 por ciento de respuestas afirmativas, al igual que el penal de Puebla. El Reclusorio Sur tuvo 41 por ciento y las cárceles de Chalco y Nezahualcóyotl tuvieron 33 y 30 por ciento, respectivamente. El promedio nacional fue de 11 por ciento.
Layda Negrete y Leslie Solís, investigadoras del Wold Justice Project, advirtieron que las cárceles no sólo son lugares de enorme debilidad en términos de Estado de Derecho y Justicia Penal, sino auténticas universidades de la corrupción.

“Las cárceles son espacios inseguros, son espacios donde no se respetan los derechos humanos de las personas privadas de la libertad, y son espacios que, lejos de cumplir con su función de reinserción social, generan más ciclos de violencia”, apuntó Solís.

Antonio Baranda
Agencia Reforma