Al cierre del ejercicio fiscal 2016, Hidalgo registró una variación de 7 puntos porcentuales entre el monto aprobado y ejercido en gasto burocrático, de acuerdo con el Índice de Información del Ejercicio del Gasto (IIEG).
Según el IIEG, el gasto corriente es la suma desembolsada para salarios, servicios personales, materiales y suministros, y servicios generales. Agrega el estudio que, pese a los programas de austeridad, los gobiernos estatales no sólo presupuestan una proporción importante al gasto burocrático, pues, en general, erogan más recursos que los aprobados.
Elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), dicha estadística analiza si las entidades federativas reportan su información financiera conforme a la normatividad de contabilidad gubernamental; además, si el proceso de ejecución del gasto es acorde con lo presupuestado.
En su análisis, el Imco reconoció que los presupuestos aceptados son susceptibles de modificaciones; no obstante, las variaciones sistemáticas y significativas entre los montos avalados y ejercidos también son reflejo de un mal proceso de planeación y ejecución de los recursos públicos.
Los gobiernos estatales, advierte el organismo público, tienden a gastar menos en inversión pública y sobrepasar los montos aprobados en rubros como servicios personales y áreas de comunicación social.
En cuanto al monto aprobado y ejecutado en inversión pública durante el ejercicio fiscal 2016, Hidalgo reportó una variación de 28 por ciento.
El Imco remarcó que la inversión pública “no es una prioridad” para gran parte de las administraciones estatales, a pesar de lo establecido en sus presupuestos.
Yuvenil Torres l Pachuca