Estados Unidos advirtió el domingo a Rusia que habrá “consecuencias” si Alexéi Navalni muere en prisión, al tiempo que sus seguidores convocaron protestas en todo el país para “salvar la vida” del principal detractor del Kremlin, enfermo y en huelga de hambre en un penitencial.
Un día después que sus médicos dijeran que el destacado opositor ruso podría sufrir un paro cardíaco “en cualquier momento”, la presión occidental escaló el domingo con la Unión Europea afirmando estar “profundamente inquieta” y solicitando “su liberación inmediata e incondicional”.
El lunes los ministros de exteriores de la UE discutirán también sobre la situación del militante anticorrupción
de 44 años.
Tanto europeos como estadunidenses exigen su liberación, y la Casa Blanca subió otro nivel durante el fin de semana.
“Habrá consecuencias si Navalni muere”, lanzó el consejero de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, el domingo en CNN.
Las autoridades rusas “son responsables de la salud” de Navalni, añadió después el portavoz de la diplomacia de Washington, Ned Price.
El sábado, el propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya había juzgado como “totalmente injusta” la situación del opositor.
“El mundo entero habla de Alexéi. Y solo (Vladimir) Putin y los médicos de la prisión hacen como si no pasara nada’, tuiteó la portavoz de Navalni, Kira Iarmych.
No hubo una reacción inmediata del Kremlin, aunque el embajador ruso en Londres, Andrei Kelin, dijo que “no se permitirá que (Navalni) muera en prisión”. “Pero puedo decir que el señor Navalni se comporta como un vándalo”, afirmó a la BBC.
El equipo de Navalni convocó el domingo a protestas masivas en toda Rusia para ayudar a salvar la vida del líder de la oposición, quien desde el 31 de marzo realiza una huelga de hambre en la prisión en la que se encuentra para exigir un tratamiento médico adecuado para el dolor de espalda y el entumecimiento de piernas y manos que sufre.
Las movilizaciones están previstas para el miércoles por la noche, horas después de que el presidente, Vladimir Putin, pronuncie su esperado discurso anual sobre el estado de la nación ante las dos cámaras del Parlamento.
Navalni está encarcelado desde enero, cuando regresó a Rusia tras recuperarse de un envenenamiento por el que casi muere y que, según él, fue orquestado por Moscú, una acusación que el Kremlin desmiente.
El opositor cumple una pena de dos años y medio por cargos de malversación de fondos, que él alega que tienen motivaciones políticas, en una colonia penal en la ciudad de Pokrov, unos 100 kilómetros al este de Moscú, conocido como uno de los más duros de Rusia.
AFP I Washington