En este miércoles de ceniza, en las iglesias de Hidalgo se aplica lo establecido por El Vaticano ante la pandemia de Covid:19: esparcir la ceniza sobre la cabeza de los fieles.
Desde temprana hora, en diversas iglesias de la Arquidiócesis de Tulancingo se realizaron misas y la imposición de ceniza, mientras que en otras se realizará de forma virtual y con la entrega de sobres con ceniza en las parroquias para poder colocárselas desde casa.
El monseñor Domingo Díaz Martínez encabezó el rito en la Catedral de Tulancingo, donde exhortó a los feligreses a “a hacer oración, practicar el ayuno y promover la caridad”.
Apenas el domingo, la Basílica Menor de Guadalupe, en Pachuca, sugirió a los creyentes seguir el servicio religioso a través de la transmisión en línea que llevará a cabo el recinto, debido a la pandemia de Covid-19.
Otros templos optaron por celebrar el ritual de manera presencial, esparciendo cenizas en las cabezas de los asistentes, contrario a la tradición de estampar una cruz en la frente de los feligreses.
En Ixmiquilpan, algunas iglesias también llevarán a cabo la misa de manera virtual, por lo que los católicos participarían desde sus hogares.
HAY CELEBRACIÓN
De manera tradicional, las cenizas se estampan en forma de cruz en la frente de los feligreses, pero este año, debido a la pandemia de coronavirus, se optó por hacer una misa virtual y, en los espacios donde se celebrará la liturgia de manera presencial, esparcirla sobre la cabeza del creyente
Redacción web
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Debido a la pandemia, que en la Provincia Eclesiástica de Hidalgo ha cobrado la vida de al menos dos sacerdotes, la arquidiócesis de Tulancingo difundió las recomendaciones emitidas por la Santa Sede, de que párrocos y fieles, por su seguridad, deberán seguir el próximo Miércoles de Ceniza (17 de febrero).
Según el comunicado que compartió la arquidiócesis, la modificación del rito para el tiempo de pandemia establece que el sacerdote se dirigirá a los feligreses diciendo una sola vez la fórmula del Misal Romano: “Conviértete y cree en el Evangelio”, o bien, “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”.
