La Casa Blanca prometió este jueves medidas para hacer frente a la severa escasez de leche para bebés, un problema que ha suscitado una ofensiva política de la oposición republicana contra el presidente Joe Biden.
Según el proveedor de datos Datasembly, la tasa de desabastecimiento de leche en polvo para bebés alcanzó el 43 por ciento a fines de la semana pasada.
El Ejecutivo estadunidense está estudiando, entre otras cosas, aumentar las importaciones, a pesar de que Estados Unidos produce el 98 por ciento de los preparados para lactantes que consume, dijo en un comunicado, sin aportar detalles.
La administración de Biden también indicó que está trabajando con los estados para aliviar la carga administrativa de las familias más desfavorecidas, que compran leche infantil a través de bonos alimentarios.
Asimismo, la Casa Blanca dijo que había pedido a la autoridad federal de la competencia que examinara los abusos asociados a la escasez, incluida la reventa de leche infantil en línea a precios muy superiores a
los normales.
Biden se reunió con representantes del comercio minorista y productores de leche para bebés, en unas conversaciones catalogadas de “productivas y alentadoras” por una funcionaria de la administración, que
pidió anonimato.
Sin embargo, no quiso aclarar cuánto tiempo tardaría en mejorar la situación.
La oposición republicana, en campaña de cara a las elecciones legislativas de noviembre, se ha valido de este tema para arremeter contra el gobierno.
AFP I Washington