Jorge Luis Lavalle se convirtió ayer en el primer político que pisa la cárcel por los presuntos sobornos de Odebrech que Emilio Lozoya dijo haber repartido para la aprobación de la reforma energética.

El juez federal Marco Antonio Fuerte determinó la prisión preventiva para el exsenador panista, al estimar que existe el riesgo de fuga.

A nueve meses de su llegada a México, extraditado de España, donde denunció a exlegisladores y otros personajes de la política de recibir moches millonarios para la aprobación de la reforma energética, dinero que procedería de Odebrecht, apenas ayer la Fiscalía General de la República (FGR) logró encarcelar a uno de los presuntos involucrados.

En la audiencia, que inició el jueves a las 22:45 horas por videoconferencia, los fiscales acusaron a Lavalle de ser uno de los políticos que recibió sobornos.

La imputación se basa en la denuncia que Lozoya presentó el 11 de agosto ante la FGR contra 16 políticos, entre ellos los ex presidentes Enrique Peña, Felipe Calderón y Carlos Salinas, así como Francisco García Cabeza de Vaca, actual gobernador de Tamaulipas, y los excandidatos presidenciales Ricardo Anaya (PAN) y José Antonio Meade (PRI).

En la querella, Lozoya no menciona el monto de los supuestos sobornos que dijo haber entregado al campechano.

Sin embargo, refieren lo dicho por Rafael Caraveo, exsecretario técnico de la Comisión de Administración del Senado y exsubordinado de Lavalle, quien declaró ante el Ministerio Público que él recogió 15 maletas con dinero para su jefe.

Cuando llegó el momento de definir la medida cautelar para Lavalle, el juez decretó un receso y citó a todas las partes en el Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte. A las 6:30 horas de ayer, el campechano fue ingresado al penal.

Abel Barajas
Agencia Reforma