Durante el primer trimestre de este año, la deuda como porcentaje de las participaciones que le corresponden a Hidalgo fue de 20.4 por ciento, de acuerdo con un análisis del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP).
Dicho organismo, dependiente de la Cámara de Diputados, refiere que en el periodo mencionado el débito público de la entidad ascendió a 4 mil 89.4 millones de pesos, por lo que es uno de los montos más bajos, junto con Guerrero, Campeche, Baja California Sur y Querétaro.
Sin embargo, la deuda per cápita —es decir, lo que corresponde a cada habitante si el pasivo que registra el estado se divide entre el total de pobladores— es de mil 295.9 pesos. Mientras que el promedio del país es de 4 mil 816.3 pesos y el monto más alto es el de Nuevo León, con 15 mil 34 pesos.
Por su parte, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) plantea que cuando el débito se usa para fines productivos y de forma sostenible, permite a los estados hacer inversiones que sirvan como “catalizadores” de crecimiento económico y competitividad.
Sin embargo, puede convertirse en un problema cuando los gobiernos tienen que destinar gran parte de sus ingresos a pagar obligaciones financieras.
El organismo considera que se debe asociar la deuda con inversión productiva, a fin de que permanezca como un instrumento de financiamiento que, bien utilizado, mejoraría las condiciones de vida de las personas, según los estudios en la materia.
Yuvenil Torres l Pachuca