Siete hombres fueron detenidos por policías de Fuerza Civil en Nuevo León con un cargamento de drogas, entre los que se encuentra Mauricio Santoy, hermano del homicida Diego Santoy, en la zona poniente de Monterrey.
De acuerdo con información proporcionada por Fuerza Civil, la captura de los siete hombres se realizó esta madrugada en la calle Enebro, entre Haya y Ceiba, en la colonia Los Cedros.
Los policías realizaban un recorrido de rutina por esta área cuando detectaron a un grupo de hombres, quienes al ver la presencia policíaca tomaron una actitud evasiva y nerviosa, lo que llamó la atención de los uniformados.
Al momento de revisarlos les encontraron 3 kilos con 200 gramos de mariguana y 14 gramos de cristal.
La droga la portaban cuatro de los hombres en paquetes herméticamente cerrados.
Los detenidos fueron identificados como Mauricio Santoy, de 37 años; Miguel de 41; Víctor, de 39; Antonio, de 18; Alberto de 39; Carlos, de 42, y Mario, de 40.
El primero de los detenidos, Mauricio es hermano de Diego Santoy, homicida confeso de los hermanos Peña Coss, en Cumbres.
Los detenidos fueron puestos disposición de la Fiscalía General de la República, en donde son investigados por delitos contra la salud.
Las fechorías de Diego Santoy
Era un joven estudiante de 21 años, habitante de un sector de clase media-alta de Monterrey.
En marzo de 2006 protagonizó uno de los hechos más terribles ocurridos en la historia reciente de Nuevo León, que le llevó a ganarse el nada grato sobrenombre de “el asesino de Cumbres”.
Es Diego Santoy Riveroll, actualmente preso en uno de los penales del estado, enfrentando una larga condena por los asesinatos de dos niños, de 7 y 3 años, hermanitos de quien fuera su novia, Érika Peña Coss.
La madrugada del 2 de marzo de 2006, Santoy Riveroll acudió a la casa de Érika, con la intención de dialogar y evitar que ella diera por terminada la relación.
Trepando bardas y ventanas logró ingresar al inmueble y llegó hasta la habitación. La llevó a un área cercana a la lavandería, donde ella le recriminó su acción y volvió a rechazarlo.
En diferentes momentos los pequeños Erick Azur y María Fernanda bajaron de sus cuartos, y fueron asesinados con un arma blanca y con una cuerda de un cortinero, respectivamente.
Al escapar en el auto de un amigo, Diego plagió a la empleada doméstica, Catalina Bautista, pero la liberó más tarde, a varios kilómetros del domicilio.
Tras una cacería implacable “El Asesino de Cumbres” fue capturado en Oaxaca, cuatro días después de los hechos.
Claudio Magallanes
Agencia Reforma
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