Estudiantes de la Universidad Politécnica de Pachuca (UPP) acusaron que tres profesores de dicha institución incurrieron en acoso sexual, por lo que señalaron que han presentado denuncias que derivaron en 12 carpetas de investigación abiertas contra docentes identificados como F. S. B., F. R. B. y J. M. G. L.

Las alumnas señalaron que los acercamientos por parte de los profesores fueron “graduales” e indicaron que hubo momentos en los que su comportamiento iba “más allá de la relación profesor-alumna”.

Una de las estudiantes mencionó que, a pesar de haber rechazado en repetidas ocasiones a su profesor, quien es mayor que ella, él insistió en invitarla a salir. Incluso, dijo, llegó al punto en el que buscaba hablarle al oído en el salón de clases y comenzó a enviarle mensajes a su teléfono personal sobre temas no relacionados con la materia.

F. S. B. fue uno de los profesores señalados de presuntamente haber llevado regalos a varias alumnas de diferentes grados el 14 de febrero. Estos obsequios fueron entregados de forma anónima en los salones.

Además, acusaron, asistía a las fiestas de los universitarios para buscar a las estudiantes a las que intentaba cortejar.

El modus operandi de los otros profesores era similar, detallaron. Aunque afirmaron que solo dos de ellos interactuaban directamente, el acercamiento comenzaba a través de mensajes de texto. Los números de teléfono eran obtenidos de los grupos que formaban en WhatsApp para sus clases.

“Los mensajes que me enviaba siempre respondían a mis fotos de perfil”, dijo una de las afectadas.

“Siempre me invitaba a salir, yo le decía que lo comentaría al grupo completo y él me respondía que solo tenía dos lugares. Incluso un compañero me comentó que tenía mis fotos descargadas en su galería”, relataron las estudiantes de la UPP.

Una de las jóvenes externó que se sintió incómoda por primera vez con su profesor cuando comenzó a enviarle mensajes mientras ella se encontraba de viaje en otro estado por un congreso escolar. Decidió ignorarlo, pero al regresar se encontró con él en una fiesta, a lo cual no le prestó atención.

Una de las alumnas manifestó que, durante esa reunión, el profesor, la siguió hasta el baño e intentó tener contacto íntimo con ella, situación que fue interrumpida porque alguien tocó la puerta.

“Después, él afirmó que yo le estaba coqueteando y que quería ayudarme porque estaba ebria”, detalló.

Añadieron que uno de los profesores tenía la costumbre de ir a las fiestas estudiantiles para establecer contacto con las estudiantes. En estas situaciones, manifestaron, los acercamientos eran más evidentes, ya que el maestro servía bebidas a las alumnas, las cuales, relataron, eran “muy cargadas”.

Las afectadas indicaron que los docentes insinuaron que podrían sufrir repercusiones en sus calificaciones por no aceptar salir con ellos e, incluso, les negaron la entrada al salón o les impidieron realizar exposiciones en clase.

“Si mis compañeros de equipo iban a que firmara las prácticas, no las firmaba, solo las firmaba hasta que iba yo y siempre se me quedaba viendo a la parte de los pechos y de las piernas. En una ocasión, un compañero vio el momento en que hacía comentarios sobre mi vestimenta de otro día, la cual dijo que le había gustado”, expresó una de ellas.

NUEVO ABOGADO

El abogado de las afectadas pertenece al despacho Taxes Chain, pues se argumentó que el jurídico que estuvo vigente durante la administración anterior no había apoyado a esta situación, por lo que se ofreció a hacer el trabajo probono.

La intención de continuar con la denuncia, dijeron, es buscar que más estudiantes afectadas se acerquen a denunciar o levantar su queja.

El Protocolo Cero fue implementado durante la administración estatal pasada, con la finalidad de erradicar la violencia en las dependencias públicas.

Las denuncias fueron levantadas en abril; sin embargo, las jóvenes indicaron que la situación se originó desde septiembre-diciembre 2022.

Los profesores señalados pertenecen a diferentes programas educativos y las estudiantes son de distintos cuatrimestres.

Galilea Monroy I Pachuca de Soto