Ante el riesgo de un incendio debido al almacenamiento de más de 80 mil toneladas de llantas, la organización México, Comunicación y Ambiente denunció ante la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa) a la empresa Cruz Azul, asentada en Tula de Allende.

Lo anterior, porque, presuntamente, el predio en donde se ha acumulado dicho material desde hace más de una década, en San Miguel Vindhó, es propiedad de la cementera. Carlos Álvarez Flores, presidente de la organización ambientalista, explicó que el 22 de mayo la Proespa recibió su demanda y le comunicó que haría una visita de inspección al predio.

“Lo que queremos es que la procuraduría estatal aplique la ley”, dijo. Urgió a que la empresa retire las llantas de sus instalaciones para brindar certeza a la población.

Acompañado de Marco Antonio Moreno Gaytán, presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi), Álvarez Flores dijo que el artículo 44 de la Ley de Protección al Ambiente para el Estado de Hidalgo prohíbe arrojar o abandonar en lotes baldíos cualquier tipo de residuos sólidos.

El ambientalista estimó que la cementera utilizará los neumáticos para generar energía, lo cual no está prohibido; sin embargo, la acumulación del material representa un riesgo para la población y el ambiente porque puede derivar en un incendio, insistió.

Por su parte, Moreno Gaytán expuso que las llantas son un desecho tóxico y peligroso, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-052-SEMARNAT-2005, por lo que, consideró, es necesario que la autoridad estatal establezca una sanción a Cruz Azul.

Yuvenil Torres I Pachuca