Demanda Papa escuchar a los pobres
 
Hace (65) meses
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Foto: Reforma

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El Papa Francisco exhortó este domingo a escuchar el grito de “los pobres sofocado por el estruendo de unos pocos ricos” en una misa celebrada en San Pedro y después almorzó en el Aula Pablo VI con mil 500 indigentes a quienes regaló una jornada especial.

Aunque en estos cinco años Francisco se ha dedicado en atender a los más desfavorecidos, aseguró que la atención a los pobres no puede ser la moda de un pontificado.

El año pasado, Francisco instituyó la Jornada Mundial de los Pobres para la Iglesia católica y en su segunda edición, el Papa celebró de nuevo una misa en la Basílica de San Pedro, donde en las primeras filas se sentaron 6 mil indigentes y migrantes.

En su homilía, el Papa afirmó que el grito de los pobres es cada día más fuerte, pero que es sofocado por el estruendo de unos pocos ricos, que son cada vez menos pero más ricos.

Recordó asimismo la imagen de los “pocos epulones que banquetean con lo que en justicia corresponde a todos”, porque, indicó, “la injusticia es la raíz perversa de la pobreza”.

Pero además hizo referencia al aborto al pedir escuchar el “grito ahogado de los niños que no pueden venir a la luz”.

El Pontífice recordó también el grito de los ancianos abandonados y el de los migrantes, quienes, dijo, deben huir, dejando su casa y su tierra sin la certeza de un lugar de llegada o de poblaciones enteras, privadas también de los enormes recursos naturales de que disponen.

A los fieles les dijo que es Dios quien pide que lo reconozcamos en el que tiene hambre y sed, en el extranjero y despojado de su dignidad, en el enfermo y el encarcelado.

Insistió en que el cristiano no puede estar con los brazos cruzados, indiferente, ante el sufrimiento del prójimo.

“Miremos lo que sucede en cada una de nuestras jornadas: entre tantas cosas, ¿hacemos algo gratuito, alguna cosa para los que no tienen cómo corresponder?”, cuestionó Francisco durante su homilía.

El Papa concluyó pidiendo al Señor que enseñe a alentar al que está del mismo lado y a dar gratuitamente a quien está necesitado.

Posteriormente desde la ventana de la Basílica de San Pedro, el Pontífice recordó su almuerzo con indigentes y que estas comidas con los más necesitados se repetirán en muchas parroquias y asociaciones de todo el mundo.

Esta iniciativa convirtió la enorme sala de las audiencias papales, diseñada por el arquitecto italiano Pier Luigi Nervi, en un inusual comedor social, con mesas circulares, alrededor de una central oval donde se sentó Francisco.

El Papa entró en el aula y agradeció a quienes donaron el almuerzo y a los 70 voluntarios que lo sirvieron y después se sentó en la mesa con 18 mujeres y hombres elegidos entre las personas vulnerables de la capital italiana.

El menú fue ofrecido por el Hotel Rome Cavalieri-Hilton Italia y la asociación Ente Morale Tabor y consistía en lasaña, pollo con puré de papas y tiramisú, y se entregó una bolsa con paquetes de pasta a quienes participaron en el almuerzo.

Mientras en la Plaza de San Pedro, en otra de las iniciativas del Papa, sigue instalado el ambulatorio temporal que en esta semana ha atendido a cientos de personas vulnerables y sin recursos.

 

Staff
Agencia Reforma

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