Pocos actos son capaces de reunir a los periodistas hidalguenses de varias generaciones. Ayer, se congregaron para darle el último adiós a Anselmo Estrada Alburquerque.
Cerca de las 15:00 horas, el cortejo fúnebre arribó al cementerio municipal de Pachuca, donde descansan los restos del colaborador de Criterio, quien forjó a muchos reporteros.
Sus hijos, familiares, amigos, reporteros y fotógrafos de diversos medios de comunicación acudieron a despedir a uno de los periodistas más longevos del estado.
Con el sol a plomo, trabajadores del municipio comenzaron a excavar. En ese momento, el silencio entre los asistentes era tal, que solo se escuchaba el golpeteo de las palas.
El momento más difícil, el que nadie quiere que llegue, arribó. El féretro comenzó a ser cubierto con puños de tierra y, posteriormente, por capas de cemento. Entonces, fue hora de decir adiós al padre, al amigo, al periodista.
Decenas de flores blancas de todo tipo fueron colocadas sobre la tumba del autor de la columna La Inocente Polvorita. Concluido el servicio, sus hijos agradecieron las muestras de afecto y solidaridad que recibieron por parte de familiares y amigos.
“Mi padre fue un ejemplo de humildad espiritual y probidad”, dijo con orgullo el mayor de sus vástagos varones.
Además, reconoció el respaldo de Jorge Martínez López, columnista de Criterio y amigo cercano de don Anselmo, cuyo rostro, sin su habitual bigote, mostraba aflicción por la pérdida de un amigo.
Personalmente, conocí a don Anselmo hace varios años, por medio de Martínez López, autor de la columna Todo por su nombre, editada por este diario. Él me dijo: “Don Anselmo puede ayudarte a mejorar tu escritura”, y así fue, don Chemo revisó algunas de las primeras notas que publiqué.
No puedo decir que ahora escribo mejor que antes, pero reconozco la gran humildad y compromiso de don Anselmo para compartir sus conocimientos con las nuevas generaciones.
FALLECIÓ EL JUEVES
Anselmo Estrada Albuquerque falleció el pasado 12 de marzo en su domicilio, ubicado en Villas del Álamo, a los 84 años de edad. Antes de incursionar en el periodismo, don Chemo trabajó en la Compañía Minera de Real del Monte
Yuvenil Torres I Pachuca
