El director de la Organización Protectora de Animales de Tizayuca (OPAT), Rodolfo Rodríguez Rivero, aseveró que en Hidalgo hay “criminales potenciales” que podrían acabar “fácilmente” con la vida de personas, así como lo hacen con animales “indefensos”.
“La sociedad está tomando medidas extremas, como la muerte para erradicar los problemas; a esos que matan ahora a seres indefensos no les va a costar ningún trabajo hacer lo mismo cuando un vecino le caiga mal. Ese sí es un problema serio: tener asesinos entre nosotros”, advirtió.
En su edición del 26 de septiembre, Criterio informó que en San Antonio el Desmonte, colonia de Pachuca, desde 2018 han envenenado a 38 perros.
Al respecto, el activista recriminó la actuación de las autoridades, pues refirió que la entidad ha caído en un “retroceso”. Precisó que prácticas como linchar o intoxicar ponen de manifiesto que la sociedad hidalguense ve con normalidad la muerte como mecanismo de solución de problemas.
Consideró que los diputados deben presentar iniciativas de leyes que endurezcan las penas para quienes atentan contra la fauna y la legislación en materia de protección animal.
Rodríguez Rivero llamó a designar presupuesto para crear instancias estatales que cuenten con personal capacitado para atender, por medio de denuncias vecinales, casos de maltrato, abandono y exterminio de especies.
Asimismo, estimó que la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) tiene que reforzar y fomentar campañas de esterilización y, junto con organizaciones de la sociedad civil, programas de adopción.
ACTIVISTA VE REZAGO
El activista acusó que en la entidad el “rezago” para la protección de los animales sigue latente, lo cual se dejó en manifiesto el 19 de septiembre, cuando el Congreso local aprobó en comisiones el dictamen de la iniciativa del diputado morenista Rafael Garnica Alonso para declarar las peleas de gallos como patrimonio cultural de Hidalgo
Alfonso Marín | Tizayuca
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