A corto y mediano plazos crecen las presiones para las inversiones privadas y el futuro del sector energético  en México.

Especialistas identificaron tres factores que cambiarán el panorama: la resolución del caso de Emilio Lozoya en cuanto a la manera cómo se aprobó la reforma energética, las elecciones de 2021 para renovar la Cámara de Diputados y el uso que se dará al recién aprobado Tratado de Libre Comercio de México con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para proteger inversiones.

Y todo esto en un contexto donde la política energética del Gobierno federal tiene el claro objetivo de reforzar el papel de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electri-
cidad (CFE).

“Si (en el año 2021) el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) gana mayores espacios, el gobierno estará en condiciones de ampliar los alcances de los cambios que vaya a proponer.

“Los cambios están orientados en recuperar el carácter estratégico de Pemex y CFE, y reducir la participación de los privados”, afirmó Arturo Carranza, especialista del sector.
El T-MEC, añadió, será un instrumento clave para conocer el alcance que tendrán dichos cambios, pues estos se verán limitados por la estructura normativa que plantea el acuerdo. El desenlace del caso de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, también servirá para afianzar la idea del modelo fallido de la reforma energética.

“El tema Lozoya se ha utilizado para decir que la reforma no ha servido para lo que fue formulada; se ha utilizado en el discurso político construido para afectar a la reforma”, aseguró.

“En Estados Unidos hay mucha preocupación sobre las inversiones que se hicieron, y al presidente le gusta sembrar este tipo de preocupación entre los inversionistas”, agregó Duncan Wood, director del Wilson Center’s Mexico Institute.

Durante los años recientes, México fue uno de los lugares preferidos para las empresas petroleras para invertir.

Karla Omaña
Agencia Reforma