El 90 por ciento de los servicios funerarios que ofrece la agencia Rendón son relacionados con muertes por Covid-19; además, en los últimos meses, el trabajo ha aumentado hasta el triple, ya que deben realizar hasta cinco servicios por día, aunado a que los crematorios están rebasados por la alta demanda que la pandemia ha generado.

Alejandro Estrada Rendón, empleado del lugar, informó que antes del coronavirus los familiares solo tenían que esperar algunas horas para recibir las cenizas de su difunto, pero ahora, pueden pasar días para poder recoger la urna, toda vez que se tiene que agendar una cita para llevar el cuerpo a incineración.

Señaló que trabajan con diversos crematorios, pero todos presentan gran demanda: “Nosotros acudimos a tres o cuatro lugares que son más accesibles en cuestión de tiempo, pues, aunque en el Seguro (IMSS) hacen cremaciones externas a funerarias que no trabajan con ellos, por la saturación del servicio, si pides una cita para hoy, te la dan para dentro de dos días”.

Pese a las medidas de seguridad sanitaria con que cuentan, advirtió que tal situación “no es saludable para nadie”, pues deben mantener en resguardo el cuerpo. “Por eso trabajamos con el crematorio a la salida a Xochihuacán (Epazoyucan), que, aunque también tienen mucho trabajo, es el que nos ofrece las citas por horas, es decir, si pedimos el servicio a mediodía nos la dan en la noche o al día siguiente temprano, y en Tulancingo, también es el tiempo que están manejando, pero nos queda más lejos y es más costoso para nosotros”, explicó.

Asimismo, dijo que, por la falta de espacios en cementerios para inhumar, el temor a que se propague el virus y la creencia de no poder sepultar a los fallecidos por Covid-19, es que se opta más por la cremación; no obstante, Estrada Rendón aseveró que mientras se sigan las medidas sanitarias y se selle el ataúd, los difuntos pueden ser sepultados.

En ese sentido, dijo que los paquetes funerarios van desde los 6 mil pesos, con ataúd, hasta más de 11 mil por cremación, pues en ambos se incluye la recuperación del cuerpo en vivienda u hospital, traslado a la agencia, trámites con la presidencia municipal, traslado al panteón o crematorio; además, se equipa al personal que ejecuta esos trabajos y se desinfecta la carroza, ataúdes, bolsas sépticas, velatorio, entre otros.

Adela Garmez Pachuca

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