Un payaso, dos trapecistas, tres malabaristas, un ilusionista, bailarines y hasta un mago que apareció dos palomas blancas dieron una función en una esquina de Palacio Nacional para pedirle al Presidente Andrés Manuel López Obrador apoyo para los circos que todavía tienen problemas para abrir tras lo más fuerte de la pandemia de Covid-19.
“¡Esta es una función dedicada a nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, que ya nos está viendo por ahí!”, gritaba un presentador de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circo (UNEAC) con sombrero de copa larga y botas de domador de leones por los cuatro costados del Zócalo, una vez que terminó la conferencia mañanera.
Los cirqueros no iniciaron antes su función para no robarle atención al Presidente, según dijeron.
“Dulcesito”, el payaso del Circo Garabatos que recaló hace dos semanas en Ixtapaluca, explicó que primero por la prohibición del espectáculo con animales y luego con el Covid que impuso el cierre de todos los negocios y las concentraciones de personas, el arte circense casi ha desaparecido.
Durante el show frente a Palacio Nacional, los cirqueros y cirqueras hicieron rutinas de malabares.
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De 25 circos de la UNEAC, lamentaron, siete siguen sin abrir y el resto lo hace como puede.
“Nos nos dejan abrir ni nos reconocen. Cambiaban el semáforo del covid para reabrir negocios y reabrieron los cines y reabrieron los teatros y los circos ni aparecemos en la lista a pesar de que somos una tradición familiar de más de 200 años. Vamos de lado a lado y nos piden un montón de requisitos.
“Que si ambulancia, que si salida de emergencia, que seguro a terceros y pasamos a otro municipio y luego luego llegan con nuevos requisitos. Venimos a pedir ayuda, estuvimos aquí plantados (durante la pandemia) y no nos dieron nada”, agregó el presentador de traje rojo y blanco.
Tendieron una lona circular, armaron algunos palcos, levantaron un trapecio de cinco metros y con 12 actos, 25 artistas pidieron menos trabas para reabrir los circos, incluso una ley para la protección y difusión del circo y que sea declarado patrimonio cultural.
“Para dejarnos instalar dos semanas o un mes, nos piden requisitos como de construcción y no se vale”, acusó el coordinador de la UNEAC, Santiago Acevedo.
Los cirqueros llegaron desde antes de las ocho de la mañana, pero esperaron a que concluyera la conferencia del Presidente, una hora después, a pesar de que más de 100 personas esperaban ansiosas en los palcos y de pie.
También hubo trapecistas realizando maniobras.
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“Hemos tenido que semaforear”
“De 800 personas que iban al circo, ahora damos funciones para máximo 150, necesitamos que aparezca el público porque hemos tenido que ir a semaforear para ganar algo”, dijo el mago Gerry, vestido de azul y negro.
“Si no nos dan ayuda, que por lo menos nos dejen trabajar, ya los cines y los teatros ya abrieron y los circos que están más al aire libre no los dejan trabajar”.
Cada vez en mayor número, el público correspondió con aplausos, pero Kjelle Allar, el malabarista, dijo que sobró show y faltó protesta.
“Creo que hicieron falta más lonas, porque la gente pensó que era para divertirse y no para que se supiera lo difícil que los circos la están pasando”, dijo.
Jorge Ricardo Nicolás
Agencia Reforma
