Científicos del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM, y del grupo SensAvan, perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, trabajan en el desarrollo de una nariz electrónica capaz de detectar enfermedades.

Dicho dispositivo consiste en un sistema olfativo artificial compuesto por una matriz de dispositivos sensores basados en nanomateriales; cabe en la palma de la mano y requiere que los usuarios le soplen para indicar si se encuentra sano o en la etapa inicial de un padecimiento, indicó la Máxima Casa de Estudios a través de un boletín.

“Imagina que con el aliento, en vez de una muestra de sangre, el médico podrá detectar patologías. Podríamos saber, también con una muestra de aire, qué tan contaminada está una zona específica de Madrid o de Ciudad de México”, señaló Daniel Matatagui, del grupo SensAvan.

De este modo, la nariz electrónica no sólo permitirá realizar revisiones rápidas en pacientes, sino también constituirá una primera prueba que confirme o descarte un padecimiento.

El aliento contiene sustancias que son marcadores específicos de enfermedades. La diabetes, por ejemplo, genera un incrementa importante en la concentración de cuerpos cetónicos; en las afecciones renales aumenta el amoniaco; en el asma, el óxido nítrico. En el cáncer de pulmón se produce monóxido de carbono; en la enfermedad del hígado, sulfuro de dimetilo; en la esquizofrenia, etano.

El dispositivo, además, permitirá medir el riesgo al que se encuentran expuestas las personas que viven en urbes contaminadas, como la Ciudad de México y Madrid.

Hasta el momento, este tipo de artefactos siguen en desarrollo, pero han sido empleados de forma experimental en el diagnóstico no invasivo de cáncer, asma y de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Abel Vázquez Barrera
Agencia Reforma

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