Los Centros de Readaptación Social (Cereso) de Apan y Tula se encuentran entre las 10 cárceles de México que tienen deficiencias para que una persona privada de su libertad compurgue su condena o espere una sentencia, de acuerdo con el Diagnóstico Penitenciario 2018, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El documento, disponible en la página web del organismo autónomo, reveló que el sistema penitenciario de Hidalgo se ubicó en el quinto sitio entre los peor evaluados de México.
Los rubros calificados son integridad personal del interno, que es la capacidad de alojamiento y población existente; distribución y separación de personas privadas de la libertad, en caso de centros mixtos; servicios para la atención y mantenimiento de la salud; supervisión, prevención de incidentes violentos; estancia digna, que son instalaciones con higiene, así como alimentación suficiente y de calidad.
También, que haya condiciones de gobernabilidad, es decir, que se siga una normatividad; suficiente personal de seguridad y custodia; sanciones disciplinarias por autogobierno, actividades ilícitas, extorsión y sobornos, y que exista capacitación del personal.
Asimismo, la reinserción social del interno, ligada a una correcta integración del expediente jurídico-técnico, que se tengan actividades laborales, de capacitación para el trabajo, educativas y deportivas; se otorguen beneficios de libertad anticipada y que se vincule a la persona privada de su libertad con la sociedad.
Se evaluó, además, la atención a internos con requerimientos específicos, como mujeres, personas adultas mayores, indígenas, con discapacidad, con VIH o sida o con adicciones o parte de la comunidad LGBTTTI.
Los Ceresos de Apan y Tula fueron calificados por la CNDH con 4.32 y 4.80, respectivamente.
El primero ocupa el cuarto lugar nacional por problemas que afectan a los internos, como hacinamiento, deficiencias en los servicios de salud y de alimentación; condiciones de autogobierno y presencia de extorsión y sobornos, entre otras actividades ilícitas.
Por su parte, el de Tula está en el noveno lugar de los penales peor evaluados, derivado de sobrepoblación y autogobierno.
La CNDH también detectó autogobierno en las cárceles de Tulancingo y Actopan, y sobrepoblación en Pachuca, Tulancingo, Tula, Apan y Mixquiahuala.
EVALUACIÓN
En su edición de ayer, Criterio publicó que en el Diagnóstico Penitenciario 2018 la entidad obtuvo 5.28 de calificación general. Hidalgo superó a Guerrero, con 5.17; Nayarit, 4.99; Baja California Sur, 4.95, y Tamaulipas, 4.92. Los estados mejor calificados son Guanajuato y Querétaro, ambos con 8.21.
Marisol Flores | Pachuca
