En siete años, los integrantes de la fundación Invictus han determinado realizar muerte asistida a dos tigres. El primero fue Rajá, en 2012, y hoy se aplicará eutanasia a Chincolo, quien padece un daño neurológico irreversible.
“Esta es la segunda ocasión que me toca tomar una decisión tan dura. La primera: Rajá, el tigre de rugido de trueno hace siete años”, dijo la directora general de la asociación, Erika Ortigoza Vázquez, en un video publicado en su cuenta de Facebook.
La exdirectora del Bioparque de Convivencia de Pachuca explicó que este proceso se efectuará tras un largo análisis de un equipo multidisciplinario, basado en los derechos de los animales y en la bioética, que sugiere que, en caso de sufrimiento, la muerte animal debe ser instantánea, indolora y sin generarle angustia.
El viernes, Ortigoza Vázquez publicó en su perfil: “Con mucho dolor, comparto con ustedes amig@s que la eutanasia de #Chincolo será este domingo por la mañana. Gracias por sus palabras. Ese día quedará en mi mente y corazón marcado de por vida.
“De jueves a domingo no me separaré de él para seguir acompañando su proceso. La madrugada fue buena para él y en la mañana comió poco, pero pasó buena noche. Espero hoy sea un día mejor”, agregó.
Chincolo, tigre de bengala (panthera tigris), tiene 15 años y debilidad visual y olfatoria.
PROCEDIMIENTO
La eutanasia animal es el acto de permitir la muerte sin dolor a un especimen que sufre una enfermedad agónica, incurable o de difícil recuperación. Los métodos para ese procedimiento están diseñados para causar el mínimo dolor y estrés, dijo la dirigente de Invictus, organización que rescata y atiende a animales salvajes que han sido maltratados por seres humanos
Marisol Flores I Pachuca