Sin guardar sana distancia, decenas de feligreses se congregaron este Domingo de Ramos en el atrio de la iglesia La Asunción, en espera de que sus palmas fueran bendecidas para después colocarlas en la fachada de sus hogares como signo de bendición.

Con el Domingo de Ramos da inicio la Semana Santa, celebración religiosa que representa la muerte y resurrección de Cristo.

Como parte de las tradiciones religiosas, capitalinos acudieron al recinto ubicado en la zona centro, a pesar de las recomendaciones de no asistir a ellos, pues la pandemia por Covid-19 está activa; además, Pachuca está en semáforo epidémico rojo estatal.

Alrededor del mediodía, se constató una larga fila de fieles, entre los que destacaban menores de edad y adultos mayores, que estaban a la espera de ingresar a la iglesia; mientras, una treintena de tejedores de palma ofertaban ramos de flores y sus arreglos en 20 pesos, y los ambulantes veladoras, dulces, comida, ropa y pan.

Tras escuchar la misa de 12:00, los feligreses esperaron pacientes a que sus ramos fueran bendecidos, pues la iglesia permitía ingresar a grupos de 20 personas o menos, por lo que el resto tenía que aguardar hasta media hora para entrar.

Durante su espera, los creyentes se guarecían del sol, de modo que no había sana distancia entre ellos, pues la sombra en los alrededores del templo era mínima.

Por su parte, la arquidiócesis de Tulancingo emitió recomendaciones para las próximas celebraciones religiosas, mismas que deberán contar con un aforo no mayor a 25 por ciento, según el lugar en donde se lleve a cabo.

Además, se pide que las liturgias no se “prolonguen demasiado tiempo”, pero para las confesiones se deben ofrecer horarios ampliados, ya que la Cuaresma es un “tiempo penitencial”.

Se deberá procurar la desinfección de espacios, lavado de manos, uso de tapete sanitizante y gel antibacterial, además de guardar sana distancia.

Yuvenil Torres

Pachuca