A sus 67 años, Sonia Esquivel Novoa trabaja haciendo labores domésticas, ya que debe pagar las deudas que le dejó el fallecimiento de su esposo en diciembre pasado.
La mujer, quien es vecina del fraccionamiento Rinconada de los Ángeles, en Mineral de la Reforma, desde octubre de 2018 dejó de recibir la pensión que le otorgaba el gobierno federal.
Esquivel Novoa es parte de un grupo de 40 adultos mayores que tienen incertidumbre respecto al apoyo que les brindaba la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) –ahora Secretaría de Bienestar– pues, a excepción de un beneficiario, el resto no ha recibido la tarjeta mediante la cual podrán cobrar el recurso.
Los ancianos dijeron que, en enero de este año, los encargados de actualizar los datos del programa acudieron a su colonia a realizar un censo; sin embargo, no han recibido la tarjeta de bienestar.
La mujer de 67 años externó su preocupación por la suspensión del pago de su pensión tras el cambio de gobierno federal, ya que las reglas de operación del programa pensión para el bienestar de las personas adultas mayores establecen que serán beneficiarios los indígenas de 65 años en adelante y que el resto de la población podrá acceder al recurso hasta cumplir 68 años.
Yuvenil Torres l Pachuca
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