Debido a que el consumo de alcohol se ha normalizado entre la población, quienes lo ingieren no consideran los efectos negativos que tiene, afirmó Christopher Mata Taboada, jefe del departamento de Salud Mental y Adicciones de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH).

En ese sentido, el psicólogo alertó que la ingesta de bebidas embriagantes es cada vez más común en edades tempranas, pues el 52.7 por ciento de estudiantes de quinto y sexto de primaria, así como de secundaria y bachillerato, han consumido alcohol alguna vez en su vida, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco de la Secretaría de Salud federal.

Reconoció que dicho sondeo fue realizado en 2014; sin embargo, brinda un panorama sobre los hábitos de dicho segmento de la población: “Son datos estadísticos alarmantes; además, de acuerdo con otra encuesta de 2016, cerca del 33 por ciento de la población de 12 a 65 años, consumió alcohol en exceso durante el último año”.
Mata Taboada agregó que los adolescentes no han desarrollado completamente su sistema nervioso, por lo que cualquiera de estas sustancias causa un efecto negativo en su organismo.

Sobre la permisibilidad de los padres para que sus hijos ingieran bebidas embriagantes, remarcó que el hecho de que tengan su aprobación no los exime de convertirse en adictos.
El tratamiento para este padecimiento es integral y se combate a través de terapia psicológica, social y psiquiátrica: “Cada especialista atiende, desde su rama a la persona, sin dejar de lado el acompañamiento de los familiares”.

Al ser cuestionado sobre si existe alguna región del estado que represente una problemática mayor, el especialista dijo que tienen municipios “prioritarios”; es decir, donde se ha detectado que el consumo de bebidas embriagantes es mayor, como Pachuca, Mineral de la Reforma, Tula y Tulancingo.

Yuvenil Torres I Pachuca

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